miércoles, 21 de octubre de 2009

CHURRIANA EN LA PRENSA."UN REBAÑO DE OREJAS PASTA A SU AIRE EN MITAD DE GUADALMAR"


Ayer, varias decenas de ovejas tomaron posesión de las calles de la urbanización, cortando el césped (y el tráfico) a su manera

Retirada táctica. La cola de este rebaño de ovejas efectuó ayer un pequeño repliegue táctico en la calle Wilkinson antes de maniobrar en dirección al río Guadalhorce, para luego reaparecer y tomar por asalto las calles de Guadalmar. Los efectivos contaron en todo momento con el buen trabajo de la intendencia, que proporcionó hierba fresca para levantar el ánimo.

En ´La comida sobre la hierba´, la preciosa película de Jean Renoir, un científico frío y estirado cae en los brazos de una sensual campesina. La magia de la Naturaleza, simbolizada en un ´sátiro´, con cuernos y todo, tiene la culpa de este esperanzador cambio.

Ayer no se echaron de menos flautas de Pan para convocar a las fuerzas de la Naturaleza. Hacia la una de la tarde apareció en formación una manada de ovejas por las calles de la urbanización Guadalmar. Mientras el grueso del ´ejército´ avanzaba por la orilla del Guadalhorce, una compañía realizó una incursión por la calle Wilkinson, la que corta en dos este núcleo vecino de Arraijanal.

Wilkinson, por cierto, es el apellido del Premio Nobel de Química 1973 y lo loable es que el Ayuntamiento, con buen tino, aprobó dedicarle una calle un año antes de la concesión, pero de esto, qué sabran las ovejas. El caso es que los animalitos comenzaron a devorar las parcelas de hierba que hay delante de los chalés y a ´aminorar´ el tráfico mientras cruzaban de una acera a otra.

Por un momento, pareció que alguien las llamaba, y como borregos que eran algunos de ellos, el rebaño corrió en fila hacia el Guadalhorce.

El autor de estas líneas, presa de la curiosidad, se unió a la marcha pero al llegar al río, no encontró ni a perro ni a pastor alguno. Las ovejas, aburridas, optaron por darse la vuelta y no probar suerte con el secarral en el que se tuestan los restos fenicios del Cerro del Villar (felizmente vallados). La formación ovejera decidió bajar en bloque y dirigirse a la hierba aún fresca de uno de los laterales del colegio Julio Caro Baroja.

Los niños que en ese momento estaban jugando al fútbol mandaron al cuerno el resultado y se abalanzaron hacia la verja para ver y tocar a los animalitos. Estos, impasible el ademán, siguieron con el almuerzo y de nuevo torcieron por calle Wilkinson, perdiéndose algunos por otros ´ramales´.

A los más viejos del lugar les llamará la atención que la aparición de unas ovejas ´protagonice´ una crónica. Desgraciadamente, los únicos animales que los malagueños vemos por la calle son los perros, los gatos y algunos paisanos haciendo el asno, caballos de la Feria aparte.

No hace tanto, pavos, borricos, gallinas, cabras y ovejas callejeaban por toda la ciudad como Pedro por su casa. Incluso un marqués santanderino se hacía traer vacas de su tierra en camión para alimentar a su familia y los periódicos daban buena cuenta de toda clase de animales extraviados.

El de ayer parecía un asunto de ´extravío en masa´ o al menos un despiste humano que dejó algunas zonas verdes de Guadalmar recién cortadas. Fue su particular comida ´sobre´ la hierba.

En la Picota

El próximo viernes, a partir de las 8 de la tarde, el grupo fotográfico Aula 7 organizará en el Liceo de Málaga la final de fotografías de La Picota, el tradicional certamen en el que participan los socios del grupo.

Ejemplar

Hace unos días hablamos de una ´niña prodigio´ del insulto, natural de Málaga, y que participa en el concurso ´educativo´ Curso del 63, en Antena 3.
Al César lo que es del César: esta alumna se ha convertido en pocos días en un ejemplo de contención verbal y buenos modales, lo que demuestra que un poco de autoridad y unos castigos si fueran necesarios pueden encauzar las trayectorias más ´insultantes´. Enhorabuena.

Fuente:
La Opinión de Málaga
22 de Octubre de 2.009

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