sábado, 13 de diciembre de 2008

ESCEPTICISMO Y RECHAZO AL PUENTE PROYECTADO POR EL PP Y QUE TIENE A CHURRIANA POR PUNTO DE REFERENCIA



Colectivos ecologistas, partidos políticos y expertos dudan de la viabilidad y el impacto del paso elevado de 11 kilómetros ideado por los populares

¿Ciencia ficción o realidad? ¿Proyecto con base firme o globo sonda? Son algunas de las disyuntivas a las que se enfrenta el puente de 11 kilómetros de longitud que recientemente presentó como proyecto estrella el Partido Popular en el marco de su congreso provincial. El anuncio, al que puso voz el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Málaga, Manuel Díaz Guirado, ha generado un importante escepticismo y rechazo entre las formaciones políticas, organizaciones ecologistas y expertos.

A falta de conocer en detalle el contenido de la actuación, varios técnicos cuestionaron la validez y utilidad de una infraestructura de este calibre. Y el responsable de la empresa Aertec, Antonio Gómez Villamón, dudó de la utilidad de la misma. "Sin ser experto, creo que se trataría de una obra de un coste económico muy elevado con una escasa demanda social", comentó, al tiempo que subrayó lo arriesgada de la misma. Otros, al ser interrogados sobre el asunto, preguntaron si era "el Día de los Santos Inocentes" o si la propuesta del PP era una "broma", constatando de este modo su posición. Otros muchos no quisieron pronunciarse oficialmente.

En la misma línea de no dar crédito al anuncio del PP se pronunció el presidente de la Autoridad Portuaria, el socialista Enrique Linde. El organismo que dirige se vería directamente afectado por la construcción del citado puente dado el tráfico de barcos que entra y sale a diario del recinto portuario. Este detalle obligaría a que el puente tuviese un gálibo considerable, que según Linde debería alcanzar los 70 u 80 metros. Éste fue el único comentario que el máximo responsable del Puerto hizo sobre el supuesto de que el proyecto del PP saliese adelante, un extremo que no cree que se cumpla. "No lo concibo como algo creíble", apuntó, al tiempo que tachó la iniciativa como una "ensoñación" y como algo "difícil de plantearse con seriedad".

En los grupos de la oposición municipal, el PSOE optó por mantener la prudencia y por aplazar su opinión al momento en que se conozcan más detalles. "Es una idea, sin contenido técnico, sin anteproyecto, sin estudio de impacto ambiental, sin presupuesto y sin propuesta de financiación", dijo a modo de crítica el portavoz socialista en el Consistorio, Rafael Fuentes. Su homólogo de IU, Pedro Moreno Brenes, denunció que la intervención del PP "no tiene en cuenta los costes medioambientales y económicos que la construcción de esa infraestructura supondría, a lo que se suma que Málaga tiene necesidades más importantes".

En cuanto a las administraciones públicas, el subdelegado del Gobierno, Hilario López Luna, eludió hacer manifestaciones sobre el asunto al no conocer la iniciativa, línea mantenida en el día de ayer por un portavoz del Ministerio de Fomento al ser preguntado por la cuestión.

Ecologistas en Acción tildó de "faraónica" la actuación y consideró que el único objetivo del PP es "ganar votos". "Desde el punto de vista medioambiental hay que tener en cuenta que el mar de Alborán ya tiene muy dañadas las praderas marinas y esto se sumaría al impacto que ya sufre la zona", comentó el portavoz del colectivo, Jesús Guzmán, quien advirtió de los posibles efectos sobre las corrientes marinas. Por su parte, desde el Aula del Mar, Juan Jesús Martín, subrayó la necesidad de que cualquier infraestructura sobre el mar disponga de un profundo estudio de impacto, ya que puede incidir negativamente sobre las playas.

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