El artista malagueño, con residencia en nuestra barriada, cultiva por primera vez la obra gráfica de gran formato. Es la &lsquoSerie Barcelona&rsquo, exhibida en Gacma
Brinkmann sabe que la delicadeza de sus grabados pide la distancia corta. «Mis grabados no se miran, se leen», resume él mismo. Sin embargo, desde hace algún tiempo le rondaba la idea de dar el salto al gran formato, ese que ha cultivado con prolijidad en sus características mallas metálicas, pero que ha mantenido al margen de sus obras seriadas.
Ese salto lo dio el verano pasado en el taller Barbará, el mismo en el que trabajaron Miró o Tàpies. De allí han salido las once creaciones que componen la 'Serie Barcelona', expuesta desde hoy en la Galería Gacma de la capital malagueña. «Tenía miedo a que con un formato mayor mis grabados perdieran esa dimensión de lectura que han tenido siempre; sin embargo, me apetecía ese cambio», apostilla el artista.
Además, en la 'Serie Barcelona' cobra especial protagonismo el negro, un color presente en la obra de Brinkmann (Málaga, 1938), pero de un modo distinto al que ahora ofrece. «Hasta la fecha había trabajado los grabados con papel negro, pero estas obras están realizadas sobre papel blanco, al que se le ha realizado una primera impresión en negro y sobre ella he ido trabajando. Es un proceso muy laborioso, pero el resultado final me parece más atractivo», resume.
Junto a los once grabados (cuyas ediciones no superan los 40 ejemplares), Brinkmann presenta en Gacma hasta el 12 de agosto una serie de dibujos, también sobre papel.
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