NUESTRO PATRIMONIO LOCAL:LA FINCA CARAMBUCO

Jesús Manuel CASTILLO RAMOS

A 10 Kilómetros de Málaga y a 4 Kilómetros de Torremolinos, en plena barriada y a unos minutos tan solo del casco histórico el visitante a Churriana, podrá encontrar bien cuando accede desde la carretera de coín a nuestro distrito a través de uno de sus accesos, o bien, cuando deja nuestra localidad tras atravesar el paseo Grice-Hutchinson,
La finca Carambuco.

Esta hacienda, de 5 hectáreas de superficie, ha sido y es el prototipo de finca que la burguesía malacitana del siglo XIX tenía en el entonces municipio churrianero.

Ya en el pasado siglo XX, sabemos que perteneció a la familia Gross, que es quien vende la propiedad al historiador y antropólogo Julio C aro Baroja, sobrino del miembro de la generación del 98, Pío Baroja, gracias al impacto tan agradable que le produce la visita a nuestra barriada, en los años 50, con motivo de conocer al hispanista Gerald Brenan, ferviente admirador de su tío.

Gracias a este hecho por la finca han pasado numerosos nombres propios de la cultura y en ella se han cuajado múltiples libros de este nombre propio de las letras españolas.

Carambuco, espacio de gran belleza y un hermoso jardín de estilo hispano árabe, se encuentra protegido por el Plan General de Ordenación Urbana de Málaga del año 1.997, que aún se encuentra en vigor hasta que sea sustituido por el que actualmente se esta discutiendo y que en un principio dañaba a la finca haciéndola perder parte de su totalidad.

En el plan primeramente mencionado, la finca tiene un grado 2 de protección arquitectónica.

Años después de fallecer Julio Caro, la familia proyecto un homenaje al mismo en el año 2.005, coinciendo con el 50 aniversario de su llegada a Churriana.

La iniciativa, era germen de un proyecto cultural más ambicioso que tenía por nombre Punto de Encuentro Cultural “El Carambuco” y que no llegó a cuajar.

Actualmente, la finca, en la que sobresalen dos fabulosas y románticas avenidas de árboles, sigue teniendo su condición de privada, pero se ha convertido en lugar de celebraciones gracias al cual se le ha incorporado un amplio salón con 2 anexos cubiertos, que convive con un patio clásico andaluz y una antigua cuadra rehabilitada para salones y conferencias.