jueves, 18 de septiembre de 2008

AENA CUESTIONA LAS TORRES DE REPSOL Y LA TERMICA POR SEGURIDAD AEREA




En el caso de Churriana se ve afectada la zona de La Cónsula, El higueral y Carambuco, así como la Carretera de Coín, donde existe un proyecto para usos empresariales


El equipo de gobierno en el Ayuntamiento ha dado la aprobación provisional al nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) a sabiendas de que un informe de la Dirección General de Aviación Civil rechaza algunos de sus principales proyectos por vulnerar en altura los parámetros establecidos para garantizar la seguridad de las operaciones de vuelo.
Así se reconoce en el estudio encargado por el Consistorio a la empresa Prointec y que forma parte del documento de la aprobación provisional, que se produjo a mediados del pasado mes de agosto.
Este trabajo pretende justificar actuaciones tan emblemáticas como la construcción de torres de pisos en los antiguos terrenos de Repsol y en la zona de La Térmica, o las nuevas urbanizaciones previstas en Churriana y en algunos sectores de los polígonos del oeste.
Desde el mes de julio del año pasado, el Ayuntamiento tiene en su poder un informe de Aviación Civil, con carácter vinculante, que rechaza una serie de actuaciones «porque pudieran afectar de algún modo al tráfico aéreo cercano al aeropuerto de Málaga», según se recoge en el trabajo de Prointec.
Esta consultora efectuó inicialmente un primer estudio de carácter general para demostrar que las alturas de los ámbitos recogidos en el PGOU no afectan a la seguridad de las aeronaves, ni a la regularidad y fiabilidad de las operaciones en el aeródromo malagueño, teniendo en cuenta incluso su futura ampliación.
Para ello, modificaba justificadamente algunos de los parámetros establecidos por Aena, aunque sólo con la intención de hacer ver a sus responsables que los proyectos no suponen riesgo alguno para los aviones que aterrizan o despegan en la ciudad.
Posteriormente, Prointec elaboró un segundo estudio -que le fue contratado por Urbanismo por un importe de 27.840 euros- con la intención de defender más concretamente ante Aviación Civil que determinados ámbitos del Plan General pueden salvar sin problema alguno las restricciones impuestas en su informe de julio del año pasado.
Es en este segundo trabajo donde se detallan las invasiones que determinados edificios producen en el espacio reservado inicialmente por Aena para garantizar la seguridad de los vuelos para, acto seguido, justificarlas con otras mediciones que se consideran igualmente válidas para preservar el correcto funcionamiento de la actividad aeronáutica.
El primero de los sectores que se analizan es el de proyectos residenciales previstos junto a la futura avenida sobre el soterramiento de las vías del tren.
En este caso, se precisa que el proyecto de las torres de Repsol prevé un rascacielos de 198 metros de altura que supera en 63 metros el espacio reservado por Aena.
También rebasan ese límite las otras tres torres, de 143, 136 y 129 metros, respectivamente.
Además, algunos de los bloques de viviendas previstos en sustitución de las zonas industriales de San Rafael penetran en el campo de vuelo marcado.
Es el caso de un edificio de planta baja más 19 (94 metros de altura) y de otros dos de baja más 26 (127 metros) que invaden los valores de entre 115 y 125 metros establecidos por Aviación Civil como límite para ese lugar en concreto.
El análisis de Prointec establece una serie de mediciones que amplía los límites fijados inicialmente por Aena, lo que hace que la altura de las torres quede por debajo de esos parámetros.
El mismo planteamiento es el que se realiza en el estudio para el proyecto de cuatro torres previsto en La Térmica, el sector denominado 'Torre del Río'.
En este caso, están dibujadas en el PGOU cuatro torres de unos 108 metros de altura cada una que superan el límite de entre 82 y 90 metros marcado por Aviación Civil.
En este caso, la altura de las torres no sólo invade el campo de seguridad de vuelo de los aviones, sino que también penetra en el espacio reservado para los campos radioeléctricos de dos radares, que requieren un área libre de entre 87 y 95 metros de altura.
En ese sentido, Prointec resalta que las torres están agrupadas en dos pares que a su vez están separados por una distancia de unos cien metros, lo que «hace presuponer que no implicará un obstáculo que afecte a la seguridad de las operaciones», precisa el informe.
Las restricciones de Aena también perjudican a proyectos en polígonos como El Viso y, en mayor medida, a varias actuaciones de tipo residencial, empresarial y hotelero en Churriana.
No obstante, en este caso, el Ayuntamiento sostiene que la cota del propio terreno ya invade la servidumbre del aeropuerto.
«El impacto de las edificaciones propuestas es mínimo en comparación con el del propio terreno natural», apunta Prointec.
El edil de Urbanismo, Manuel Díaz, anunció en agosto que habrá nuevas reuniones con Aviación Civil, que depende del Ministerio de Fomento, para que modifique su postura inicial en el segundo informe que debe emitir tras la aprobación provisional del PGOU.

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