La policía ya tiene identificados a los inmigrantes que llevan varias semanas acampados en el campamento Benítez.
Agentes de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional, en colaboración con otros funcionarios policiales, realizaron hace una semana una operación durante la noche para identificar a los inquilinos del asentamiento ilegal.
Entonces, se contabilizaron haste 16 caravanas, aunque diversos medios informativos han constatado que actualmente sólo hay nueve.
Con una media de cinco personas por caravana, podríamos estar hablando de una comunidad de unas 80 personas, aunque actualmente hay alrededor de una veintena.
Se trata de una operación de control para conocer la situación de estas familias y para comprobar también si algunos de los individuos se encontraba en situación de busca y captura por la policía.
Fuentes policiales aseguran que se cree que estas familias provienen de otro asentamiento ilegal que hace dos semanas se instaló en la Térmica.
Este campamento fue finalmente desmantelado por la policía después de las quejas vecinales.
Se trata de un asentamiento de inmigrantes de etnia gitana proveniente de diferentes países como Francia, Italia, Alemania e Inglaterra.
Entre los habitantes hay varios niños en edad escolar.
La situación de estas familias es muy precaria, ya que se encuentran en una zona donde no disponen de luz, agua corriente o saneamiento.
Además, el enclave natural donde se enmarca el antiguo campamento Benítez está plagado actualmente de mosquitos.
Aunque los inmigrantes no quisieron hacer demasiadas declaraciones a periodistas que se han personado en el lugar, algunos aseguraron que llevaban en Málaga capital unos pocos días y que estaban de paso.
Su intención, según afirmaban, era continuar su viaje hacia la costa levantina.
No es el primer asentamiento ilegal de inmigrantes en la provincia.
Fuentes de la Fundación Secretariado Gitano afirman que hace unas semanas varias familias fueron desalojadas en la comarca de Antequera y que se estudia otro posible caso en Campanillas.
Por el momento, el Ministerio de Fomento, propietario de los terrenos donde antes se situaba un campamento militar y donde se ubicará en el plazo de tres años el Museo de Transporte, no ha movido ficha sobre este particular
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