viernes, 23 de julio de 2010

FIRMA INVITADA:A DON FRANCISCO


Vaya la guasa que tiene usted, irse así sin mas sin dar un ruido, sin quejarse en ningún momento y siempre rodeado de “su” pueblo churrianero, anda que se quejará.

Que sepa usted que no aun no me lo creía cuando Alejandro Parra me llamó a eso de las nueve menos pocos minutos de la mañana diciendo que usted se había ido para siempre, el chaval no podía articular palabra, del mismo modo me quedé cuando me transmitía tan desagradable desenlace.

No me quedó mas remedio que creerme su desaparición de este mundo, porque en el reino de los cielos, allí donde usted se encuentra, y espero que en un lugar privilegiado, vivirá eternamente. Cuando le vi de cuerpo presente en el Buen Samaritano no me quedó más remedio que tragarme y tragarme esos nudos que se hacen en la garganta para que no se escapara alguna que otra lagrimilla. Aunque estaba allí, le digo que una de sus hermanas cuando me acerqué a saludarle y darle el pésame se derrumbó solo con decirle que era un miembro del grupo de jóvenes de la parroquia, que le habría contado usted a sus familiares de nosotros, seguro que cosas buenas.

Quiero que sepa que nos falta algo, no desde hoy, sino desde que la fatídica noche del 23 de Junio dejó usted este barrio para comenzar una batalla con la vida que después de casi un mes la muy puñetera le ha derrotado. Fíjese si le querían que el número de visitas que usted recibió en el hospital fue incalculable y cuando recibió el alta la cosa se iba de las manos.

Sabe que no fui a verle, andaba preguntando a unos y a otros. Los hospitales no son lo mío, bueno ni lo mío ni lo de nadie. Preferí esperar a que usted estuviera muchísimo más recuperado, pero el destino ha querido que no fuese así. Solo he podido ver la dulzura y la serenidad que desprendía, una vez su corazón había dejado de latir. Lo recordaré por aquellas charlas que daba en el instituto cuando cursaba 4º de E.SO., cuando ofició el funeral de mis abuelos, las misas de los Domingos, cuando pasaba por la puerta de mi casa para oficiar las misas en la capilla de la residencia de Monsálvez, cuando había algún evento en Churriana y allí estaba por ejemplo en las fiestas de San Antón con la bandeja de chocolate y dulces dando vueltas de un lado a otro, cuando nos reunía en la parroquia para charlar, para rezar, cuando callaba a Parra con un ¡¡ sché!! y nos reíamos, cuando le pegaba esos besos a Marisa, cuando me llamó Curro por primera vez sin que usted supiera que así es como me llaman en casa y algunos/as de mis amigos/as, cuando soltó aquella palabra y se quedó tan pancho (jajaja), cuando le faltaba vino en el vaso y me mandó a rellenarlo…en fin miles de cosas que me pasan por la mente. Ya que le ando recordando los momentos más significativos que he compartido con usted, lo de la Virgen del Rosario creo que le superó, le confieso que a mí también, bueno a mí y a todos. Que cara de felicidad, todos decíamos “el cura está flipando”, como se le notaba que estaba loco con la Madre y Señora del Rosario, se vistió de riguroso luto incluso la seriedad se apoderó de su cara, ahora sigue triste pero a la vez feliz porque sabe que le tiene a su lado. Esos actos fueron muy revitalizantes para su barriada y así quedo demostrado, todo ello fue posible por las facilidades que puso en todo momento al grupo, sin su colaboración y su trabajo aquello no hubiera salido ni al escalón de la iglesia. Recuerdo que el di la gracias por todo y usted me respondió:” las gracias todos vosotros, habéis trabajado en grupo y todo ha salido muy bonito”. Este año no estará físicamente pero si espiritualmente.

Recordará que la última vez que lo vi fue cuando le pedí la nota de bautismo, la cual usted estaba empeñado en no darme porque no estaba de acuerdo con que recibiera el último sacramento fuera de mi parroquia. Vaya tarde que le di, bueno o usted a mí, porque el archivador del año 1988 no aparecía ni llamándolo a voces, salió hasta mi hermana, al final resultó estar en la mesa. Y usted empeñado en que estaba en el armario. Recordará que lo único que hacía era reírme porque su seriedad en ese momento tenía más risa que otra cosa. Me confirmé el 20 de Junio y conmigo lo hizo Marisa, mire que iba guapa ni una pequeña idea se puede hacer. Esa niña, esa rubia que no podía llorar mas cuando le vio de entrar por la puerta de la iglesia, durante la misa y sobre todo cuando cientos de personas abarrotaban el interior y el exterior para darle su último adiós. Aquello se caía, vaya ovación que se llevó, como lo buenos toreros ante las adversidades: el toro malo y el torero dando la cara hasta el último momento.

Quiero recordarle los malos momentos que ha pasado con su Madrid del alama, con su equipo de futbol, que vaya temporadita que echaron. Recuerdo cuando mi padre y mi tío lo veían en alguna de las carpas montadas en La Higuereta a lo largo del año y siempre le sacaban el tema del futbol, vaya carita que ponía. Al menos vio de ganar a la Selección Española de Futbol, que ganas tendría de verles que pidió ver los partidos cuando se encontraba ingresado.

Aquí todo el mundo le va a echar de menos: los presos de Alhaurín que por cierto me quedé con las ganas de ir a visitarlos con usted y seguro que el grupo también, los ancianos de las distintas residencias, los jóvenes de toda Churriana, los vecinos de La Noria que aún no pueden disfrutar del centro parroquial por el cual usted siempre luchó y espero que el pueblo de Churriana lo siga haciendo, los miembros de Caritas de los cuales usted siempre comentaba que últimamente andaban desbordados por el aluvión de peticiones y ayudas solicitadas por culpa de las crisis que aun sigue azotando a diferentes sectores del país; y así podría seguir hasta infinidad de recuerdos.

¿Creía que me iba a olvidar del belén? (jajaja), imposible olvidarse. Como disfrutamos todos en el día de la familia. No se cabía en la iglesia, ¡qué ambiente! Todos los que participamos terminamos ganas de volver a repetir y sí esperemos que sea.

Para acabar quiero que sepa que todos, absolutamente todos tenemos un vacio interior por el nuevo destino que ha tomado. Prefiero no nombrar a nadie por si me olvido de alguno, pero usted sabe de sobra quienes son. Ahora descansa para siempre en el campo santo de su localidad natal, Mollina, allí iré a verle cada 4 de Octubre (D.m.).

Don Francisco, gracias por todo.


Francisco Cuevas Ojeda
Editor de Malagataurina.com y miembro de la Asociación Parroquial Nuestra Señora del Rosario


Fotografía:mipropisosentir.com

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