jueves, 1 de enero de 2009

LOS VECINOS DEL CAMINO DE LA SIERRA LLEVAN SIETE AÑOS ESPERANDO QUE SE LE MEJORE EL ABASTECIMIENTO DE AGUA



El principio del Derecho Romano ´pacta sunt servanda´ (´los pactos deben ser cumplidos´) no parece una realidad en un rincón de nuestra barriada.

La asociación de vecinos Viñas de la Sierra, en la zona del Camino de la Sierra, firmó en 2001 con Emasa un convenio por el que los vecinos costeaban la mejora del saneamiento (unos 50 millones de pesetas), y a cambio la Empresa Municipal de Aguas se hacía cargo de la mejora del abastecimiento del agua potable (alrededor de 40 millones), incluido un nuevo aljibe. Tras este convenio, Emasa firmó un contrato individual con los cerca de 160 vecinos que tenía entonces la zona.

Los vecinos pagaron las obras de saneamiento, que se llevaron a cabo en 2002, pero de la otra parte no hay noticias. "Las tuberías del agua siguen al aire libre, en verano nos achicharramos y en invierno sale a punto de congelarte", se queja un vecino, mientras explica que continúan soportando el viejo aljibe, al que no tienen acceso por estar el camino cortado por un particular. "Estamos intranquilos bebiendo agua en este aljibe que tiene 50 años y cualquiera le puede echar hasta veneno", resume.

Para José Luis Sánchez, de la asociación de vecinos, la situación "es una tomadura de pelo", acrecentada, a su juicio, con el aumento del precio de las obras de saneamiento. "Tras reunirnos con José Luis Rodríguez en 2005, nos comunican que la obra que teníamos que pagar los vecinos , en lugar de 303.000 euros ha costado 356.000", critica, mientras Joaquín Santana, también de la asociación de vecinos, recuerda que se trataba "de un precio cerrado" (esos cerca de 50 millones de pesetas), así que no se explica este aumento que los vecinos han tenido que pagar casi en su totalidad.

Los vecinos han llegado a ponerse en contacto con el grupo municipal socialista para recabar ayuda. José Luis Sánchez considera que los vecinos deberían ver restituido todo el dinero pagado desde 2001, "por un contrato que una de las partes, Emasa, no ha cumplido".

Otro vecino señala que la obra a la que se comprometió Emasa hace siete años, incluía el traslado del aljibe, ahorrando así energía porque se encontraría en un sitio menos complicado. Por otro lado, la asociación lamenta que a la persona que había cedido los terrenos para levantar el nuevo aljibe, "ya le hemos tenido que pedir dos veces sus papeles para dárselos a Emasa".

En estos años de espera e incumplimiento contractual, Emasa ha respondido que necesita la licencia de Urbanismo para llevar a cabo estas obras, y que hasta el nuevo PGOU no podrán llevarse a cabo. Sin embargo la asociación vecinal Viñas de la Sierra se pregunta cómo entonces, la compañía municipal ha podido realizar las obras de saneamiento que sí costearon los vecinos.

La concejala de Medio Ambiente, Araceli González, se ha comprometidoen facilitar los datos de Emasa.

Denuncian ruidos por el aire acondicionado de un bingo

El pasado verano, ´Línea Directa´ publicó un asunto que fue denunciado y resuelto, supuestamente, en la misma semana: los vecinos de la calle Montserrat Carrillo Rubio, que comparten bloque con el bingo Cairy de la calle Martínez Maldonado, criticaban el insoportable ruido de unos aparatos de aire acondicionado. Esa misma semana, un portavoz del bingo explicó que ya estaban siendo insonorizados. Pero pasados unos meses, los vecinos han vuelto a ponerse en contacto con ´Línea Directa´, por entender que continúan las molestias por el ruido excesivo. De hecho, han denunciado en dos ocasiones este problema a Medio Ambiente, y según explican, técnicos del área municipal ya se han puesto en contacto para realizar mediciones en los próximos días. "Hace dos semanas el bingo ha puesto unas moquetas, pero el ruido sigue igual. Son unas máquinas de 400.000 frigorías, aproximadamente, y el aislante no ha servido de nada", explica Manuel Arjona, que examina de cerca el aislante aplicado y lamenta que no se haya puesto en el suelo, donde Manuel, que duerme justo debajo, siente hasta "vibraciones". Aunque este vecino reconoce que en invierno la calefacción hace menos ruido, en verano la situación es difícil de soportar. El pasado verano este vecino explicaba a ´Línea Directa´ que una estudiante se había mudado "porque decía que el ruido le volvía loca". Antonio Perea, un vecino que también vive en el último piso de este bloque, cuenta que su hija de dos años tiene el dormitorio junto al ojo patio. "Donde el ruido es más horroroso, sobre todo en verano". Su mujer, Concepción Fenech, ha comentado que ya ha hablado con técnicos municipales. "Si tienen que medir, que midan". Manuel Arjona está convencido de que, a pleno rendimiento, los aparatos pueden superar los 80 decibelios. Por su parte la concejala de Medio Ambiente, Araceli González, ha señalado a esta sección que si se demuestra que el bingo "está haciendo ruidos fuera de lo estipulado, como cualquier establecimiento tendrá que acogerse a lo que le indiquemos y si no realiza medidas correctoras, tendrán su sanción". ´Línea Directa´ se ha puesto en contacto con los propietarios del bingo, que han preferido esperar a pronunciarse tras conocer con detalle las quejas de los vecinos

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