jueves, 20 de febrero de 2014

COLUMNA DE OPINION.HABLEMOS DE EDUCACION



Cuando hablo de educación siempre tengo cuidado de no generalizar, cansado, hastiado de tantas reformas que la han deteriorado. Fue llegar la democracia y ministros y consejeros de educación entraron en una carrera sin fin, cuya penúltima etapa ha llegado con la ley Wert. Ya ni nos molestamos en averiguar qué han modificado esta vez. Sabemos que ya no habrá selectividad pero sí reválidas al final del bachillerato, que se le dará más poder a los directores de los centros o que se eliminará la famosa Educación para la Ciudadanía.

Parece que las leyes educativas se aprueban cuando hay mayoría absoluta en las Cortes Generales.  De ahí el problema principal: la falta de consenso. Nos exasperan los políticos con sus continuas reformas educativas y su incompetencia ante un tema primordial para todos: LA EDUCACIÓN. La última reforma, la LOMCE, ha provocado numerosas protestas y huelgas. Sin embargo, olvidan casos cada vez más comunes de pérdida del respeto a los profesores. No sólo por parte del alumnado, el problema, más bien, nace de los padres que inculcan, a veces, desprecio o, siendo menos crítico, no les hacen ver el valor de quienes son unos pilares fundamentales junto a sus tutores.                        

La más importante fue la LOGSE, a principio de los 90, en ella se impuso la escolaridad obligatoria hasta los 16 años y dividió los ciclos académicos en educación infantil (ampliando la posibilidad de escolarizar a los niños a los 3 años), primaria, ESO y bachillerato. Entrando los niños al instituto a los 14 años ¿Demasiado pequeños?

Todas estas siglas que están apareciendo a lo largo del artículo están perdiendo su contenido a través de los años ya que se han convertido en un entramado de sinsentidos : LOMCE, LODE, LOGSE, CEAPA, ANPE, LOECE, LOCE, LOE, LEA, BUP, COU, ESO, FP, EGB, PISA  Prueben. ¿Son capaces de saber todos los significados? Un ejemplo, la LEA es la Ley de Educación de Andalucía y se aprobó en 2007. Como siempre con buenas intenciones (¡qué menos!). Los políticos están obsesionados con el famoso informe PISA y con la presión de asociaciones de padres que, hace un lustro, consiguió el adelanto de cinco días del inicio del curso y desde entonces se ha institucionalizado. Ese fue un tema que dio la razón a una gran mayoría de los que piensan que el colegio y el instituto es una guardería donde “aparcar” a los hijos. Aquí, en Andalucía, como en muchas otras comunidades, se lucha más por la ampliación de los días lectivos que por la reducción de la ratio, pero de manera taxativa, o que se cubran todas las bajas de los profesores.

Cada vez tiene menos importancia asignaturas antaño imprescindibles en nuestros cursos. Yo fui uno de los alumnos que cursó la antigua EGB y BUP, sin olvidar el COU, puesto que tenía pensado estudiar una carrera. Algo de lo que mis padres estaban orgullosos. Ellos pertenecen a una generación a la que se privó, casi en su totalidad, de estudios superiores por las razones que todos conocemos y una de sus metas en la vida, era que a sus hijos no les faltara la posibilidad de licenciarse. Ese logro colmaba sus expectativas. Pero me estoy desviando del tema. Como siempre.

Muchos de nosotros hemos recibido correos electrónicos, mensajes y WhatsApps con la diferencia entre aquellos planes de estudio y estos. El planteamiento de los problemas. Las bromas que genera. Pero lo realmente inquietante, es que en todas estas chanzas, hay mucha verdad. Hemos ido dejando bajar la calidad de la enseñanza hasta límites vergonzantes,  preocupantes. Tengo compañeros que no han cursado estudios universitarios, pero sí habían acabado el antiguo Bachillerato y, sin embargo, tienen una cultura superior a muchos licenciados y diplomados que conozco.


El tema es importante y cada uno tiene su opinión. El daño que se está haciendo a la educación es un boicot general, en el que todos tenemos nuestra parte de responsabilidad. Considero que lo honesto sería poner la atención en lo particular, la rabia siempre nos hace atribuir la responsabilidad hacia quienes, probablemente, no la tienen. Desde luego el apoyo debe ser al profesorado, la educación debe dar más importancia a maestros y catedráticos. Por eso, para hablar de educación, yo lo haría hablando de mis profesores. De doña Casilda, la señorita que casi todos los alumnos de Churriana tuvimos en parvulitos. De don Antonio Gómez que falleció hace unos años y con el que estuve los ocho cursos de EGB, todo un récord. De don Domingo, una celebridad en el pueblo, cuya amistad conservo y me impide seguir comentando sobre él porque sería imposible hacerlo con objetividad.. Estos y otros muchos, los buenos y los malos, han influido en nuestra formación de una forma u otra y nos han inculcado los valores que a lo largo de nuestra vida hemos ido practicando. Ellos son los realmente importantes, por mucho que los políticos quieran erigirse en protagonistas permanentes.

Antonio Villalba Moreno

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