jueves, 12 de diciembre de 2013

EL TEMPORAL DESTRUYE EL CHIRINGUITO GUTIERREZ EN GUADALMAR



El fuerte temporal de Levante que azota el litoral malagueño desde que comenzó esta semana causó ayer graves destrozos en el chiringuito Mari Gutiérrez de Guadalmar, que tuvo que ser precintado por los Bomberos. Además, al menos media docena de playas han sufrido daños y la pérdida de arena. La inestabilidad se mantendrá hasta primera hora de hoy, con aviso de nivel amarillo de Aemet, aunque tenderá a remitir a lo largo del día.

Los efectivos municipales detectaron problemas en la estructura de hormigón, como consecuencia del fuerte oleaje, y alertaron del riesgo de derrumbe. Un empleado del establecimiento explicó que la instalación cedió por el frontal tras perder el apoyo sobre la arena, que fue engullida por el mar. Aunque no es la primera vez que padecen las consecuencias del mar, esta ha sido la más grave. «Es una faena porque vienen días buenos, de comidas de empresa. Si Urbanismo nos da permiso espero que dé tiempo a arreglarlo», comentó el trabajador, quien se mostró convencido de que es posible reponer la estructura con celeridad. En cambio, habrá que esperar hasta que concluya totalmente el episodio de temporal para evaluar los daños.

Traslado

Desde la Demarcación de Costas explicaron que este chiringuito es el que está más expuesto al oleaje, por lo que el proyecto de reordenación, con nuevas instalaciones (como ya ha ocurrido en la playa de La Caleta) prevé su traslado a un espacio situado más a la izquierda, en dirección al Guadalhorce, en un arenal que tiene una mayor amplitud. En cambio, el cercano chiringuito Servando está más protegido por el espigón.

Paralelamente, se están estudiando medidas de protección, que pasan por hacer escolleras que permitan proteger el paseo marítimo; y por un pequeño retranqueo de este, aunque ello supondría que la urbanización perdería parte de los jardines exteriores. En cambio, estas fuentes advirtieron de que el recurso a medidas drásticas de defensa debe ser moderado, ya que se corre el riesgo de provocar problemas en la cercana playa de Arraijanal. Costas y el Ayuntamiento están en conversaciones para determinar las soluciones que finalmente se adoptarán.

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