A la cita ha asistido una delegación del PSOE local
Susana Díaz arrasa en el congreso extraordinario que la
eligió ayer tarde secretaria general del PSOE andaluz, la mayor federación de
este partido, en sustitución de José Antonio Griñán. No tanto por el apoyo del
98,6% de los votos, con solo diez en blanco (Griñán recibió casi el 99% en
2010). Si no por la unanimidad de casi todos los dirigentes regionales y
nacionales socialistas de estar asistiendo en el palacio de congresos de
Granada al encumbramiento de una líder del PSOE, no solo en territorio andaluz.
«El futuro del partido se escribe con ese de Susana». Esta
frase del dirigente madrileño Tomás Gómez en los pasillos del recinto se
repitió con parecidas palabras en otros muchos dirigentes durante toda la
jornada. La percepción generalizada es que a Susana Díaz ya se la ve como algo
más que como la 'baronesa' andaluza. En Granada ha quedado confirmada como una
líder en un partido huérfano de liderazgo.
Un dato significativo avala esta percepción: Nadie nombró
ayer a Alfredo Pérez Rubalcaba. El secretario general del PSOE fue el gran
olvidado en los discursos de todos los que intervinieron, incluida Díaz, José
Luis Rodríguez Zapatero, José Antonio Griñán y la propia Elena Valenciano. Otro
ejemplo revelador: la número dos de Rubalcaba recordó que en Granada se gestó
la renovación en el PSOE con Felipe González, que en 1982 le llevó a la
Moncloa. «Posiblemente se está volviendo a gestar (la renovación del PSOE) con
Susana Díaz», dijo.
La presidenta andaluza respondió a las expectativas con un
discurso sencillo, pero lleno de guiños a la militancia, con mensajes cargados
de ánimo a un partido necesitado de ellos tras verse desplomado en las
encuestas y con la peor crisis de liderazgo desde hace mucho tiempo. «Quiero
llevar este partido a donde nunca debió de salir», enfatizó.
Mensaje a Rubalcaba
Díaz no defraudó en ese papel asignado de ser la 'esperanza
nueva' del PSOE, pero no dio ninguna baza a quienes le quieren enfrentar al
secretario general, que hoy clausura su congreso. «Óscar, sabes que fuimos a
dar, a meter el hombro», dijo en referencia al apoyo expresado a Rubalcaba en
la reciente conferencia política y dirigiéndose al secretario de Organización,
Óscar López, presente en el plenario.
Pero Díaz sí defiende que el PSOE necesita un revulsivo.
«Estoy convencida de que hay que llevar un cambio al partido», manifestó.
Recientemente se ha mostrado partidaria de celebrar las primarias tras las
europeas, cuando Rubalcaba las defendía en 2015, pero ayer no hizo ninguna
mención al esperado proceso del PSOE.
La presidenta andaluza insistió en la autocrítica: «No hay
que tener miedo a reconocer que todo lo que hemos hecho no se ha hecho bien»,
indicó para agregar que hace falta un partido «sólido, coherente, transparente»
e «implacable contra la corrupción». «Habrá que analizar por qué un partido con
tan poca sensibilidad, que da la espalda a los ciudadanos nos ganó por tan
poco», dijo en referencia al PP y a las elecciones de marzo de 2012.
Díaz pidió a su partido que se meta en «la piel de la gente»
y luche en la calle contra «la barbarie» de las medidas reformadoras del
Gobierno de Rajoy, especialmente con la última de orden ciudadano. «Nunca pensé
que mi generación iba a tener que salir a la calle a pedir derechos a la huelga
y a la libertad de expresión», lamentó recibiendo una fuerte ovación. «No
podemos asumir que el paro en Andalucía tenga que ser siempre superior al del
resto de España», subrayó en otro momento.
Pero los mensajes mejor recibidos por sus compañeros de
partido fueron aquellos que mejor la definen como comunicadora por la franqueza
con que los envuelve. Susana Díaz instó a su partido a no conformarse a
gobernar en coalición con Izquierda Unida. «Tenemos que aspirar a recuperar la
amplia mayoría social» y «mirar el futuro libre de hipotecas», subrayó sin
mencionar a sus socios de gobierno, ausentes en el congreso pese a estar
invitados.
Otra de las encomiendas también recibidas con aplausos insta
a «abrir las casas del pueblo (nombre con el que se conocen las sedes locales
del PSOE en sus orígenes) a los vecinos y puso ejemplos de localidades en las
que jóvenes socialistas hacen labores de voluntariado. «Quiero ser la
secretaria general de las casas del pueblo», manifestó instando ser un partido
abierto e inmerso en las mareas de las plataformas. Su mensaje positivista -
«vamos a ganar las elecciones de 2015»- alcanzó las redes sociales. «Ir a lo
positivo, los malos rollos para otros», dijo sobre el cruce de insultos en las redes.
El liderazgo de Susana Díaz también se ha medido en este
congreso en la composición de le ejecutiva que le acompañará. Los secretarios
provinciales le dejaron manos libres y la dirigente socialista anunció antes
del congreso que no habrá vicesecretaría general porque ella quiere dirigir el
partido sin ningún número dos. Juan Cornejo seguirá como secretario de
Organización, el cargo tras el suyo de mayor relevancia en el nuevo PSOE.
Díaz tuvo palabras de elogio dirigidas a Griñán, a quien
calificó de «hombre honesto, bueno, trabajador e inteligente». Sin embargo, la
nueva secretaria general, que reconoce la generosidad de Griñán, ha prescindido
de dos de sus máximos colaboradores del ciclo que ahora se cierra, Mario
Jiménez y Amparo Rubiales. Jiménez, el gran derrotado en este cónclave, peleó
no obstante para que Huelva siguiera bien representada.
Al congreso asisten la mayoría de los secretarios
regionales, precandidatos de las primarias como Carme Chacón y Eduardo Madina.
González Page y Patxi López excusaron su presencia por motivos familiares.
No hay comentarios:
Publicar un comentario