jueves, 21 de noviembre de 2013

COLUMNA DE OPINION:MANUEL ALCANTARA.TODO UN LITERATO DE NUESTROS TIEMPOS



Se hace necesario empezar por la pregunta: ¿quién ha oído hablar de Manuel Alcántara, el escritor?. O mejor a la inversa. ¿Quién no ha oído hablar de él?

Dada su vigente e importante trayectoria como columnista, poeta o escritor, es un referente cultural. Fruto de esa labor, son reconocidos sus meritorios  premios. De su biografía se destaca que nació en un típico barrio malagueño de un 1928. Autoconsiderado como ‘’niño de la guerra’’, eso le marcó en su infancia. De joven se marchó a Madrid, donde no consiguió acabar la carrera de Derecho, según él, ‘’por aburrimiento’’,   pero  a cambio se refugió en la poesía, en tertulias literarias y en colaboraciones en revistas literarias de los años 50. Sus premios a lo largo de su vida son innumerables, pero por citar algunos: Premio Antonio Machado de poesía, Premio Nacional de Literatura, Premio José María Pemán, Premio Nacional Costa del Sol, Premio Radio Nacional, Medalla de Oro de Andalucía, Premio Antena de Oro, Medalla de honor al Malagueño del Siglo... A continuación le vino su gran cualidad como articulista manifestada en el terreno de prensa. Invitado conocido en tertulias televisivas o de radio, siendo conocedor también del tema futbolístico y considerado el mejor cronista de boxeo de la historia. Desde hace más de dos décadas es colaborador diario en la contraportada del periódico SUR, columnas condesadas de actualidad con verdades como puños y siempre aderezadas de su característica chispa de ironía.

Lo nombraron Hijo Predilecto de Málaga y su comentario fue: ‘’(..)Málaga tiene fama de ser madrastra. Conmigo no, conmigo ha sido una madre amantísima. ‘Mamá Málaga’, digo yo cuando me quedo solo’’.

Fue nombrado Doctor Honoris Causa por la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UMA en el año 2000. Cuatro años antes se había creado el Premio de Periodismo que lleva su nombre.

En 2007 se creó la Fundación Manuel Alcántara en Málaga, sin ánimo de lucro, cuya misión es fomentar y cuidar el patrimonio de la lectura, escritura, poesía y periodismo. 

Escritos, discursos, presentaciones, pueden ser algunas de sus actividades que actualmente lleva a cabo a sus 85 años de sabiduría.

Sus frases son certeras y encierran grandes pensamientos, y todas son brillantes. Por citar algunas:  ’Entre el vivir y el existir se va la vida’, ’el peso de los años es el peso de los fármacos’, ’cumplir años, incluso cumplir días, es siempre un salto en el vacío’…

No puedo terminar este artículo sin dejar de echar la vista atrás cuando tuve la oportunidad  de conocer a esta gran figura de la palabra. No hace un año, pero ese momento marcó un antes y un después en mí. Una idea propuesta por el Coordinador de Tiempo Libre , Monitor del Taller de Informática y Director de este periódico, Jesús Manuel Castillo Ramos, que se hizo realidad. La tertulia se celebró en el Centro Cultural Vicente Aleixandre de Alhaurín de la Torre en unas jornadas sobre Internet le hizo retornar al pueblo donde le vienen los recuerdos de otro gran escritor de nuestra tierra y también del oficio del periodismo, Julián Sesmero. Ese día, junto a otro periodista, Sergio Cortés, explicaba su ignorancia sobre las nuevas tecnologías e internet y comentaba que aún tenía una incondicional acompañante de sus pensamientos, su vieja máquina de escribir. La exposición se tornó una conversación relajada y llena de fogonazos mitad humor mitad ironía que amenizaron la sala en una inolvidable noche. Una charla que yo diría que fue más allá por lo humano que transmitía. La lectura de algunos tuits haciendo alusión al debate por parte de nuestro alcalde, Joaquín Villanova, fue el punto anecdótico. Un acto que más de cien personas no quisieron perderse y que tuvo un emotivo final con la presencia en el escenario de su ahijado y ‘secretario’, Javier Olmedo, gracias al cual dicho acto pudo celebrarse.

Personalmente fue y será uno de mis recuerdos mejor guardados en los diecisiete años que llevo como alhaurina.

A este último especialmente dedico este artículo en agradecimiento.

Gracias, Javier, y gracias, cómo no, a don Manuel Alcántara por hacernos disfrutar con su compañía.

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