jueves, 18 de marzo de 2010

MI AMIGO THIAGO

Sé muy bien, que no es elegante hablar de uno mismo. No
obstante, hoy no me queda más remedio. Me es tremendamente necesario, para hilvanar el artículo que mi buen amigo Salva, me pide, para mi primera colaboración
en esta revista “Nazareno”, que en su nombre me evoca
tantas cosas.

Thiago Bortolo es mi amigo. El vive en Brasil y nunca en la vida, hasta ahora, nos hemos visto. El fuego de nuestra amistad surgió en su búsqueda de raíces de sus ancestros en mi Churriana natal y en la edición que hago de un espacio digital sobre la misma en la red de redes que es
Internet, bajo el nombre de lahiguereta.blogspot.com.

Allí acudió Thiago y allí intente que fuese bien recibido. No se si lo logre.
Lo que si hubo de momento, fue un contacto frecuente en el que el uno al otro y el otro al uno, le fue descubriendo matices de la vida de cada cual jalonado con preguntas de todo tipo para seguir construyendo entre los dos un poco de buen rollo como dirían los jóvenes. Un día, Thiago, después de
publicar esta Hermandad que ya comienza a ser querida para mi, el artículo “Reflexiones de un churrianero que anda aprendiendo a ser Morao”, en su página web, disparó sin piedad en el inicio de nuestro chateo y me preguntó sin cortapisas:¿Qué es ser “Morao”?

Tras arrancar en mi una sonrisa consecuencia del mediano orgullo que la misma me producía, la respuesta fue clara. “Morao” es ser creyente en Nuestro Padre Jesús Nazareno. Le explique, que esa acepción era común en algunos municipios y le conté, como se vive en nuestro Alhaurín el Grande.

Le hable del Paso y sus representaciones, de lo que se siente cuando traspasas las puertas de San Sebastián, de que se sale un Jueves y un Viernes Santo….Le mencione la antigüedad de nuestra Hermandad, sus Bandas de Música, el orgullo de toda una masa creyente por portar en su desfile un Lignum Crucis.

Le conté, cuales fueron mis sentimientos cuando me tope de frente con nuestra Madre del Mayor Dolor al tomar esta la curva del sardina y le dije, que no contentos con eso, Alhaurín se rendía al Nazareno, en el Día de Jesús. Que entonces todo el pueblo se perdía en sus calles y en sus plazas, siguiendo la estela de su túnica, mientras que el cielo, no podía pasar aquello sin sumarse a tal honra
con unos fuegos artificiales que anunciaban a toda la provincia que lo mejor de este pueblo del la comarca del Guadalhorce estaba en la calle.

Intenté, como puedes ver, querido lector, ser el mejor guía a pesar de ser un tierno infante “Morao” que ni siquiera ha aterrizado plenamente aún en ese Chorro que alberga un hogar para el futuro y en el que tienes tu casa por el simple hecho de compartir conmigo, o yo, junto a ti, la devoción como buen hermano de Jesús. Como un “hermano de abajo”.

Y no se, si fue una osadía, o si le conseguí.Lo que si se es que Thiago, Thiago Bortolo, el brasileño, mi amigo, prometió venir un año. Tal vez, aunque no lo sepamos, aunque el no lo sepa, puede que este ahí
su inicio “Morao”. Así sea

Jesús Manuel Castillo Ramos
Revista "Nazareno"
Alhaurín El grande

1 comentario:

Thiago Bortolo dijo...

Mi amigo, no hay dudas de que fui bien recibido por ti y por ese espacio Churrianero.

Creo que para entender lo que es ser "Morao", es necesario sentirlo. :)