viernes, 27 de febrero de 2009

ECHAN A ANDAR LOS PRIMEROS TURISMOS QUE FUNCIONAN CON GAS EN LA CAPITAL

Una gasolinera del polígono Guadalhorce contará en breve con un surtidor de este combustible alternativo

¿Se acuerdan de los taxis con una especie de bombona de butano en el maletero? Esta imagen era habitual en los años ochenta, aunque pocos sabían que se trataba de un depósito de gas que hacía las veces de combustible y ofrecía un ahorro importante a los profesionales del gremio, en detrimento de la gasolina. Hoy, transportistas, taxistas, autoescuelas y también particulares están de enhorabuena. El gas licuado de petróleo (GLP) o autogás ha vuelto a las carreteras como una alternativa económica y ecológica a los carburantes tradicionales, aunque ahora el depósito se encuentra perfectamente integrado en el vehículo.
De hecho, han sido ya varias empresas las que han visto la mejora económica, y a su vez ambiental, y se han decidido a adquirir estos vehículos, que ya han echado a andar en la capital. Entre ellas se encuentra Gestión y Servicios Andragom, distribuidora de Carrefour, que ha adquirido tres furgones bifuel para Málaga. La empresa Gibralfaro (envases de butano de Repsol), que se ha hecho con otros dos para el servicio de inspecciones. Y el grupo Nieto Adame, con varios concesionarios en la provincia, que lo emplea en su flota. Las compañías cuentan con unidades autónomas de suministro, es decir, surtidores privados para uso exclusivo. Además, esta última, junto a R. Benet (concesionario Mercedes) han empezado ya a hacer adaptaciones de vehículos al sistema bifuel.
Repsol tiene previsto abrir en los próximos meses el primer surtidor de este combustible en la capital, que se ubicará en la estación de servicio que la compañía tiene en el polígono Guadalhorce, según informaron fuentes de la empresa, que explicaron que estos surtidores se extenderán a la vez que aumenten los vehículos de este tipo en Málaga. De todas formas, la escasez de surtidores no es un problema para los usuarios, ya que en caso de no poder repostar, el coche seguiría circulando con gasolina con total normalidad.
Automóviles bifuel
A simple vista, apenas hay diferencias entre un coche de gasoil o gasolina y uno de autogás, pero son muchas las ventajas de este combustible alternativo que mueve más de 12 millones de vehículos en el mundo y que ya está comenzando a implantarse en Málaga. Casi todas las grandes marcas de automoción cuentan en sus concesionarios de la provincia con unidades bifuel (se denominan así porque el motor arranca con gasolina y al alcanzar los 60 grados pasa automáticamente a gas).
Desde el punto de vista ambiental, el autogás -una mezcla de butano (80%) y propano (20%)- reduce un 99% la emisión de partículas Nox (óxidos de nitrógeno) y un 50% el ruido frente a un diésel, mientras que las emisiones de CO2 son un 15% inferiores a las de los vehículos de gasolina.
Pero en tiempos de crisis y recesión, el bolsillo es lo primero y, tal y como está el precio del petróleo, el ahorro que puede suponer a largo plazo la adquisición de un vehículo bifuel no es baladí. El precio del autogás es alrededor de un 50% más bajo que el del gasóleo; aunque el ahorro final es del 25%, ya que los coches que utilizan este sistema consumen más litros.
En la práctica, la rebaja media por cada 100 kilómetros asciende a cuatro euros frente a la gasolina y a 1,75 respecto al diésel. Tras 40.000 kilómetros recorridos, estas cifras ascenderían a 1.604 euros y 698 euros, respectivamente. Además, las visitas al taller disminuyen, por regla general, con este tipo de turismos, ya que el motor sufre menos fricción y dura más que uno de gasolina, y ello sin pérdida de potencia durante la conducción.
El llenado del tanque -que suele ubicarse en el lugar que normalmente ocupa la rueda de repuesto, por lo que el maletero queda libre- es totalmente hermético y la manguera entra a presión en la boca del depósito, que asoma por la parte baja del coche. Esto evita fugas de vapores que sí pueden darse en los otros carburantes. El depósito es más seguro que los tradicionales para evitar riesgos.
Dar ejemplo
Como la mejor forma de exigir algo es predicando con el ejemplo, y las instituciones públicas no paran de pedir a los ciudadanos responsabilidad para contribuir al cuidado del medio ambiente y austeridad para soportar la crisis actual, el Ayuntamiento de Málaga ha llegado a un acuerdo con Repsol consistente en adaptar diez vehículos de su flota de servicios operativos para que puedan utilizar este carburante.
Además, se ha comprometido a realizar una bonificación del 75% en la cuota del impuesto para los titulares de vehículos convertidos a autogás en el periodo impositivo siguiente al año en que se produzca el cambio. Una buena forma de cuidar el bolsillo y el medio ambiente
¿Se acuerdan de los taxis con una especie de bombona de butano en el maletero? Esta imagen era habitual en los años ochenta, aunque pocos sabían que se trataba de un depósito de gas que hacía las veces de combustible y ofrecía un ahorro importante a los profesionales del gremio, en detrimento de la gasolina. Hoy, transportistas, taxistas, autoescuelas y también particulares están de enhorabuena. El gas licuado de petróleo (GLP) o autogás ha vuelto a las carreteras como una alternativa económica y ecológica a los carburantes tradicionales, aunque ahora el depósito se encuentra perfectamente integrado en el vehículo.
De hecho, han sido ya varias empresas las que han visto la mejora económica, y a su vez ambiental, y se han decidido a adquirir estos vehículos, que ya han echado a andar en la capital. Entre ellas se encuentra Gestión y Servicios Andragom, distribuidora de Carrefour, que ha adquirido tres furgones bifuel para Málaga. La empresa Gibralfaro (envases de butano de Repsol), que se ha hecho con otros dos para el servicio de inspecciones. Y el grupo Nieto Adame, con varios concesionarios en la provincia, que lo emplea en su flota. Las compañías cuentan con unidades autónomas de suministro, es decir, surtidores privados para uso exclusivo. Además, esta última, junto a R. Benet (concesionario Mercedes) han empezado ya a hacer adaptaciones de vehículos al sistema bifuel.
Repsol tiene previsto abrir en los próximos meses el primer surtidor de este combustible en la capital, que se ubicará en la estación de servicio que la compañía tiene en el polígono Guadalhorce, según informaron fuentes de la empresa, que explicaron que estos surtidores se extenderán a la vez que aumenten los vehículos de este tipo en Málaga. De todas formas, la escasez de surtidores no es un problema para los usuarios, ya que en caso de no poder repostar, el coche seguiría circulando con gasolina con total normalidad.
Automóviles bifuel
A simple vista, apenas hay diferencias entre un coche de gasoil o gasolina y uno de autogás, pero son muchas las ventajas de este combustible alternativo que mueve más de 12 millones de vehículos en el mundo y que ya está comenzando a implantarse en Málaga. Casi todas las grandes marcas de automoción cuentan en sus concesionarios de la provincia con unidades bifuel (se denominan así porque el motor arranca con gasolina y al alcanzar los 60 grados pasa automáticamente a gas).
Desde el punto de vista ambiental, el autogás -una mezcla de butano (80%) y propano (20%)- reduce un 99% la emisión de partículas Nox (óxidos de nitrógeno) y un 50% el ruido frente a un diésel, mientras que las emisiones de CO2 son un 15% inferiores a las de los vehículos de gasolina.
Pero en tiempos de crisis y recesión, el bolsillo es lo primero y, tal y como está el precio del petróleo, el ahorro que puede suponer a largo plazo la adquisición de un vehículo bifuel no es baladí. El precio del autogás es alrededor de un 50% más bajo que el del gasóleo; aunque el ahorro final es del 25%, ya que los coches que utilizan este sistema consumen más litros.
En la práctica, la rebaja media por cada 100 kilómetros asciende a cuatro euros frente a la gasolina y a 1,75 respecto al diésel. Tras 40.000 kilómetros recorridos, estas cifras ascenderían a 1.604 euros y 698 euros, respectivamente. Además, las visitas al taller disminuyen, por regla general, con este tipo de turismos, ya que el motor sufre menos fricción y dura más que uno de gasolina, y ello sin pérdida de potencia durante la conducción.
El llenado del tanque -que suele ubicarse en el lugar que normalmente ocupa la rueda de repuesto, por lo que el maletero queda libre- es totalmente hermético y la manguera entra a presión en la boca del depósito, que asoma por la parte baja del coche. Esto evita fugas de vapores que sí pueden darse en los otros carburantes. El depósito es más seguro que los tradicionales para evitar riesgos.
Dar ejemplo
Como la mejor forma de exigir algo es predicando con el ejemplo, y las instituciones públicas no paran de pedir a los ciudadanos responsabilidad para contribuir al cuidado del medio ambiente y austeridad para soportar la crisis actual, el Ayuntamiento de Málaga ha llegado a un acuerdo con Repsol consistente en adaptar diez vehículos de su flota de servicios operativos para que puedan utilizar este carburante.
Además, se ha comprometido a realizar una bonificación del 75% en la cuota del impuesto para los titulares de vehículos convertidos a autogás en el periodo impositivo siguiente al año en que se produzca el cambio. Una buena forma de cuidar el bolsillo y el medio ambiente
¿Se acuerdan de los taxis con una especie de bombona de butano en el maletero? Esta imagen era habitual en los años ochenta, aunque pocos sabían que se trataba de un depósito de gas que hacía las veces de combustible y ofrecía un ahorro importante a los profesionales del gremio, en detrimento de la gasolina. Hoy, transportistas, taxistas, autoescuelas y también particulares están de enhorabuena. El gas licuado de petróleo (GLP) o autogás ha vuelto a las carreteras como una alternativa económica y ecológica a los carburantes tradicionales, aunque ahora el depósito se encuentra perfectamente integrado en el vehículo.

De hecho, han sido ya varias empresas las que han visto la mejora económica, y a su vez ambiental, y se han decidido a adquirir estos vehículos, que ya han echado a andar en la capital. Entre ellas se encuentra Gestión y Servicios Andragom, distribuidora de Carrefour, que ha adquirido tres furgones bifuel para Málaga. La empresa Gibralfaro (envases de butano de Repsol), que se ha hecho con otros dos para el servicio de inspecciones. Y el grupo Nieto Adame, con varios concesionarios en la provincia, que lo emplea en su flota. Las compañías cuentan con unidades autónomas de suministro, es decir, surtidores privados para uso exclusivo. Además, esta última, junto a R. Benet (concesionario Mercedes) han empezado ya a hacer adaptaciones de vehículos al sistema bifuel.

Repsol tiene previsto abrir en los próximos meses el primer surtidor de este combustible en la capital, que se ubicará en la estación de servicio que la compañía tiene en el polígono Guadalhorce, según informaron fuentes de la empresa, que explicaron que estos surtidores se extenderán a la vez que aumenten los vehículos de este tipo en Málaga. De todas formas, la escasez de surtidores no es un problema para los usuarios, ya que en caso de no poder repostar, el coche seguiría circulando con gasolina con total normalidad.

Automóviles bifuel

A simple vista, apenas hay diferencias entre un coche de gasoil o gasolina y uno de autogás, pero son muchas las ventajas de este combustible alternativo que mueve más de 12 millones de vehículos en el mundo y que ya está comenzando a implantarse en Málaga. Casi todas las grandes marcas de automoción cuentan en sus concesionarios de la provincia con unidades bifuel (se denominan así porque el motor arranca con gasolina y al alcanzar los 60 grados pasa automáticamente a gas).

Desde el punto de vista ambiental, el autogás -una mezcla de butano (80%) y propano (20%)- reduce un 99% la emisión de partículas Nox (óxidos de nitrógeno) y un 50% el ruido frente a un diésel, mientras que las emisiones de CO2 son un 15% inferiores a las de los vehículos de gasolina.

Pero en tiempos de crisis y recesión, el bolsillo es lo primero y, tal y como está el precio del petróleo, el ahorro que puede suponer a largo plazo la adquisición de un vehículo bifuel no es baladí. El precio del autogás es alrededor de un 50% más bajo que el del gasóleo; aunque el ahorro final es del 25%, ya que los coches que utilizan este sistema consumen más litros.

En la práctica, la rebaja media por cada 100 kilómetros asciende a cuatro euros frente a la gasolina y a 1,75 respecto al diésel. Tras 40.000 kilómetros recorridos, estas cifras ascenderían a 1.604 euros y 698 euros, respectivamente. Además, las visitas al taller disminuyen, por regla general, con este tipo de turismos, ya que el motor sufre menos fricción y dura más que uno de gasolina, y ello sin pérdida de potencia durante la conducción.

El llenado del tanque -que suele ubicarse en el lugar que normalmente ocupa la rueda de repuesto, por lo que el maletero queda libre- es totalmente hermético y la manguera entra a presión en la boca del depósito, que asoma por la parte baja del coche. Esto evita fugas de vapores que sí pueden darse en los otros carburantes. El depósito es más seguro que los tradicionales para evitar riesgos.

Dar ejemplo

Como la mejor forma de exigir algo es predicando con el ejemplo, y las instituciones públicas no paran de pedir a los ciudadanos responsabilidad para contribuir al cuidado del medio ambiente y austeridad para soportar la crisis actual, el Ayuntamiento de Málaga ha llegado a un acuerdo con Repsol consistente en adaptar diez vehículos de su flota de servicios operativos para que puedan utilizar este carburante.

Además, se ha comprometido a realizar una bonificación del 75% en la cuota del impuesto para los titulares de vehículos convertidos a autogás en el periodo impositivo siguiente al año en que se produzca el cambio. Una buena forma de cuidar el bolsillo y el medio ambiente

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