El futuro Parque del Campamento Benítez empieza a cobrar 
forma. 
Cuando ya están a 
punto de finalizar los trabajos preliminares para acondicionar sus 28 
hectáreas, el Ayuntamiento de Málaga aprobó esta semana de manera inicial el 
plan especial que define el desarrollo urbanístico del sector del 
antiguo acuartelamiento militar para reconvertirlo en zona de 
esparcimiento ciudadano. Un trámite necesario para cambiar el uso del 
suelo ya que en el planeamiento vigente aún figura como equipamiento 
para el fallido Museo del Transporte que anunció la entonces ministra de
 Fomento, Magdalena Álvarez, pero que va a provocar un parón al 
frenético ritmo que el alcalde pretendía darle al proyecto para que 
pueda esté abierto a los vecinos en el segundo semestre de este año. 
Unos plazos que se antojan difíciles de cumplir, a 
tenor de la tramitación que aún le queda por delante al plan especial, 
que además de permanecer un mínimo de un mes en exposición pública para 
posibles alegaciones tendrá que recibir los preceptivos informes 
favorables de distintos organismos estatales (Dirección General de 
Aviación Civil, Demarcación de Carreteras, Dirección General de 
Ferrocarriles y el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) y de 
la Consejería de Medio Ambiente. Una vez completado el expediente, la 
aprobación definitiva le compete a la Junta de Andalucía. Según 
reconoció el concejal de Urbanismo, Francisco Pomares, «siendo 
optimistas» todo este proceso se llevaría tres meses. A ese periodo 
habría que sumar el proceso de contratación de los trabajos contemplados
 en una primera fase para hacerlo visitable (creación de accesos, 
estabilización de los caminos peatonales, habilitación de los 
aparcamientos, instalación de mobiliario urbano, reforestación,...), 
para lo que se ha consignado una partida de 2,2 millones en los 
presupuestos de este año. 
Aunque ya se habían avanzado algunas características del 
futuro parque, el documento aprobado ayer pone negro sobre blanco su 
configuración definitiva. En el recinto, que será vallado y permanecerá 
cerrado por las noches, se distinguen tres grandes áreas comunicadas por
 caminos, que se diseñarán para que puedan ser homologados como 
recorridos de cross para albergar competiciones. Así, están la zona de 
bosque, respetando la vegetación existente como la bóveda de eucaliptos y
 ampliándola con arbustos autóctonos del Mediterráneo; el entorno de la 
laguna central, con una ligera pendiente donde los usuarios podrán ir de
 'picnic';  y en el extremo más próximo a Torremolinos unas pistas 
deportivas, de las que aún no está decidido si se harán con fondos 
propios o mediante concesión para que una empresa lo explote, para lo 
que necesitaría la autorización de Fomento ya que la cesión de los 
terrenos se condicionó a que no se ofertara el espacio en régimen de 
concesión para la instalación de un negocio por parte de terceros, ni 
siquiera un quiosco-bar. En su conjunto, la inversión rondará los 5,5 
millones, a abonar previsiblemente por el Ayuntamiento dado que, por el 
momento, la Junta no contempla participar por mucho que el Consistorio 
insista en el carácter metropolitano del parque.
Concesión
Precisamente para poder ofrecer un servicio de restauración
 sin tener que someterse a las limitaciones del Estado, el Ayuntamiento 
ya ha iniciado conversaciones con los propietarios de unos terrenos 
colindantes calificados como equipamiento para hacerse con 30.109 metros
 cuadrados mediante el sistema de compensación (a cambio de 
aprovechamientos urbanísticos) y sacar a concurso la construcción y 
explotación de un establecimiento con una altura máxima de dos plantas 
(8 metros). El presupuesto de ejecución se estima en un máximo de 15,2 
millones a costear por los futuros concesionarios o administraciones que
 lo realicen.
Para llegar al parque, los ciudadanos podrán desplazarse en
 coche, ya que se habilitarán tres áreas de aparcamiento que sumarán 740
 plazas (245 en el perímetro, 250 en el futuro equipamiento y otras 245 
ya existentes junto al área comercial), aunque también espacio para el 
estacionamiento de autobuses, motos y bicis. Se proyectan dos puntos 
principales de acceso: uno peatonal con conexión al bus y carril bici a 
través a través del antiguo pabellón cuya fachada aún sigue en pie y 
otro peatonal y viario junto a la carretera que también comunica con 
Plaza Mayor. Además, se facilitará la entrada a pie o en bici desde el 
apeadero del Cercanías ubicado en la citada zona comercial, otro desde 
la antigua carretera del Parador y un tercero que comunicaría el antiguo
 apeadero con Los Álamos sorteando con un paso elevado o subterráneo las
 vías del tren (requiere la autorización del Adif).

 
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