El pasado 1 de agosto, un bombero de este aeropuerto causó baja por
jubilación definitiva, y aunque dicha baja estaba prevista con bastante
antelación, la cobertura de la misma no se realizó hasta el sábado día 9
de agosto por un bombero traído en comisión de servicio desde el
Aeropuerto de Córdoba.
Este bombero, con una amplia experiencia dentro del Aeropuerto de
Córdoba, no ha ejercido nunca sus funciones en el Aeropuerto de Málaga, desconociendo por tanto la multitud de procedimientos locales existentes,
así como instalaciones, vehículos, material utilizado o el propio plan
de emergencia del propio aeropuerto, y por tanto este no tendría la
formación necesaria para en caso de cualquier emergencia, realizar sus
funciones en este aeropuerto, con lo que el número de bomberos con
capacidad efectiva sería inferior al exigido por ley.
El secretario general de la sección sindical de CC.OO. en Aena, José
Francisco Muñoz manifiesta que “la dirección de Aena en su ilógica
política de ajustes, valora más el ahorro que las consecuencias que
pueda traer tanto para los pasajeros como para los trabajadores”.
En estos tiempos en los que el propio director del Aeropuerto
Salvador Merino aparece en artículos de prensa indicando el crecimiento
en pasajeros que está teniendo el Aeropuerto,
por un lado la prioridad de los resultados económicos y por otro
la falta de previsión para facilitar la formación previa hace que estas
decisiones, pongan en riesgo la seguridad operacional y
aeroportuaria lo que a juicio de Muñoz “es una irresponsabilidad que no
debe ser nunca asumida por los pasajeros”
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