Ya está aquí el año nuevo, y con él la cadena de
propósitos para meses venideros. Siempre igual. Es una premisa que la mayoría
no abandonamos.
Estos objetivos no se realizan en muchas ocasiones. ¿Basta
con las intenciones o debemos esmerarnos en cumplirlas? Si es así, entonces, la
lista debería acortarse para no incurrir en dejadez.
Voy a ser breve en este primer artículo del nuevo
ejercicio, o al menos lo intentaré. Escribir en un medio donde el límite te lo
impones tú hace que, a veces, no sepas dirimir las líneas necesarias para que
al lector no le resulte tedioso, y te arriesgas a que deje de leerlo a la
mitad. Así que, en esta ocasión, me propongo que, incluso mi hijo, llegue hasta
el final.
La verdad es que 2014 se presenta apasionante. La agenda
política está saturada: la ley del aborto, la ley de educación, la consulta
sobre la independencia catalana… temas, todos ellos, que pueden influir de
forma importante en la realidad de muchos de nosotros. Temas que iremos
desgranando en este periódico sin olvidar el principal problema de España y en
el que coincidimos todos: LA CRISIS ECONÓMICA.
Nuestros políticos son optimistas. Nos dicen que estamos
en el inicio de la recuperación económica. El presidente afirma que 2014 será
el despegue. Se aferra a las estadísticas. Pero hay quien piensa que son
engañosas, que se pueden manipular dependiendo de lo que quieran vender. Si se
ha frenado la destrucción de empleo, no hay que olvidar la vergonzante tasa de
paro que todavía existe en nuestro país. Díganle a uno de esos seis millones de
parados que la cosa va mejor. Quizá usted es uno de ellos. La desgana se
apodera de los desfavorecidos en esta cruel situación y lo peor es que cada vez
son más. ¡Qué fácil es vender ficción! Mientras el desempleo sea tan exagerado,
España seguirá sumida en la depresión colectiva.
Creo que acabo de echar por tierra mi anterior artículo
“Una gota de optimismo”, con el que “enternecí” a mi colega Guardiola y
recibí algunas muestras de cariño por parte de lectores amigos que agradecieron
esa “actitud ingenua ante la vida”. Por
eso, voy a girar unos grados en las siguientes líneas para continuar con los
asuntos de los próximos meses.
A nivel local me gustaría tratar temas olvidados como el
fin de San Isidro por la ampliación del Aeropuerto (expropiaciones, traslado y
desaparición de negocios, éxodo paulatino de sus habitantes), el complejo
rupestre de Huerta Platero (debemos apreciar nuestro patrimonio y valorar estos
restos arqueológicos medievales que muchos no saben que tenemos), el descontrol
en líneas y horarios de la EMT o el famoso pabellón, que nunca hemos tenido en
Churriana pero que se estuvo anunciando durante varios años para nuestra
barriada.
Creo que he conseguido mi deseo de ser breve en este
primer artículo, aunque no he reducido mi cadena de propósitos. Mi objetivo es que todos ellos lleguen a buen
puerto.
Feliz 2014.
Antonio Villalba
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