La Cónsula, más allá de ser por méritos propios icono de
referencia para la industria turística de la provincia, ha pasado a
convertirse, muy a su pesar, en ariete de confrontación del Partido Popular y
las instituciones en las que gobierna y la Junta de Andalucía. El
incumplimiento reiterado de los compromisos económicos de la Administración
regional sirvió ayer para que el presidente de los populares malagueños y de la
Diputación provincial, Elías Bendodo, diese un paso adelante y ofreciese la
colaboración de la institución para evitar el cierre del restaurante escuela.
La propuesta de Bendodo, "en función de las
posibilidades" del organismo, pasa por aportar los alimentos precisos para
que estas instalaciones se mantengan abiertas después de constatarse la crítica
situación en la que se hallan y de que se anunciase el pasado viernes que de no
haber reacción por parte de la Junta las puertas de su restaurante cerrarán el
próximo 8 de julio. A lo que no aludió en ningún caso el dirigente popular es
al pago de las nóminas de los trabajadores de la institución, que acumulan
cuatro meses sin cobrar. Tampoco precisó en cuánto dinero se traducirá esa
posible aportación.
"Es una necesidad urgente y necesaria; la Costa del Sol
no puede perder un centro ejemplar", expuso Bendodo en la clausura de unas
jornadas sobre empleo organizadas por el PP en el edificio del Rectorado de la
Universidad de Málaga. En sus discurso de cierre, aseguró que el cierre de esta
institución sería "un misil a la economía de Málaga" y fue
concluyente cuando afirmó: "El PP y las instituciones donde gobierna no
van a permitir el cierre de La Cónsula ni que se traslade el centro de
decisiones a Sevilla".
El ofrecimiento de la diputación se produce a pesar de no
ser una de las instituciones que forma parte del consorcio de gestión de esta
escuela de hostelería (integrado por la Junta y el Ayuntamiento de Málaga), en
la que trabajan actualmente 25 docentes, sin cobrar desde hace cuatro meses, y
reciben formación 88 alumnos en los dos cursos que se ofertan; cocina y
servicio de restaurante y bar.
El guante lanzado por el dirigente popular fue muy bien
recibido por los que ahora trabajan en este centro. Miguel Ferrer, que hace las
veces de gerente del ente, mostró su agradecimiento al ofrecimiento de Bendodo,
aunque confió en que a lo largo de esta semana la "delicada"
situación en la que se encuentra el centro tenga respuesta. Sus palabras se
asientan, de nuevo, en el mensaje transmitido por los responsables del Gobierno
andaluz. "Hemos tenido conexión directa con la Secretaría General Técnica
y la Consejería de Educación y nos dicen que se va a solucionar todo la semana
que viene", explicó. Hasta entonces, "haremos un esfuerzo por no
cerrar; le vamos a pedir a nuestros proveedores que hagan ese esfuerzo".
Porque la materia prima escasea. Según dijo, la situación es
"desesperante", aunque destacó los mensajes de
"tranquilidad" lanzados por la Junta. Sobre el traslado de las
decisiones a Sevilla, aludió a un error que habrá de ser corregido en poco
tiempo en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía.
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