EL IES JACARANDA VUELVE A HELARSE DE FRIO

Navidades blancas, ola de frío siberiano y las clases del IES Jacaranda eran verdaderos témpanos de hielo a la vuelta de las vacaciones. Corrientes de aire incluso con puertas y ventanas cerradas a cal y canto han hecho en estos días pasados de las aulas de este centro unos espacios más que desapacibles para dar y recibir las distintas materias. Los alumnos se han visto obligados a usar dentro de las instalaciones sus abrigos, guantes y bufandas de lana para poder aguantar el frío. Ante esta situación, han decidido recoger firmas tanto de estudiantes como de profesores y padres, presentarlas en el registro de la Delegación de Educación y mandar dos cartas, tanto a la administración regional como al Ayuntamiento de Málaga, institución responsable del mantenimiento de los centros escolares.

Rocío Núñez, alumna de 2º de Bachillerato en este centro de Secundaria, es una de las cabecillas de este movimiento estudiantil que pretende dar clases en unas instalaciones más dignas. Aunque ella es nueva este curso en el centro, sabe que el pasado año tuvieron el mismo problema. Sentadas y manifestaciones no encontraron respuesta alguna y la situación se vuelve a repetir. "El año pasado dijeron que la sala de la caldera estaba estropeada, pero no existe tal caldera", afirma la alumna.

Este año se dirigieron al director para preguntar si había una solución, "como por ejemplo instalar radiadores en las clases y aunque pensamos que eso sólo aliviaría a las primeras filas, quizás en las últimas horas la clase estaría un poco más caldeada", considera Rocío Núñez. No obstante, la dirección del centro les explicó que esta opción era inviable porque "la instalación eléctrica es muy antigua y no aguantaría la carga, saltarían los fusibles", relata esta estudiante, que afirma que la solución pasaría por "cambiar por completo la instalación eléctrica".

Mientras tanto se soluciona o no esta situación, los alumnos pasan casi más frío dentro que fuera del colegio. "Hoy [por ayer] ha subido la temperatura y hemos estado un poco mejor, pero ayer estábamos todos con los chaquetones de plumas, las bufandas y los guantes de lana, y así no se puede dar clase", asegura. Aunque escribir con guantes puede resultar de lo más incómodo, esta alumna asegura que peor era sin nada porque "no podíamos coger apuntes con la mano temblando de frío. Esto es brutal, estamos totalmente incómodos".

Ya han entregado hojas de firmas a los 25 grupos de Secundaria, Bachillerato y módulos de cocina y están recibiendo el apoyo unánime del alumnado. También los apoyan los docentes, que igualmente pasan frío mientras imparten sus materias. Asimismo, los padres ansían una solución a esta situación. Pero los alumnos no son demasiado optimistas.

"Lo que pedimos es que por lo menos este verano se cambie la instalación. Nosotros nos vamos del centro pero esperamos que los alumnos que aún quedan en él y los que están por venir puedan aprovechar esta mejora", destaca Rocío Núñez, convencida de que en las vacaciones de Semana Blanca no daría tiempo a subsanar estos problemas.

La alumna también comenta que el techo de la cocina ha sufrido graves abombamientos debido a las fuertes lluvias de estos días y que adjuntará a las cartas dirigidas a las instituciones fotografías de estos desperfectos. "He visto las imágenes y son impresionantes, tienen todo precintado para que no se pueda desprender el techo y caerle encima a nadie".

Rocío y sus compañeros de clase también consideran que deberían sellar ventanas y puertas para evitar las molestas corrientes de aire que no les dejan seguir con normalidad las clases. Y están convencidos de que "si no nos hacen ni caso nos vamos a plantar en el Edificio Negro todos los que podamos". Suponen que más centros tienen este problema y piden que se sumen a su causa para hacer el máximo ruido posible.