jueves, 31 de diciembre de 2009

LAS GRANDES ESTRUCTURAS SOBRE LA SEGUNDA RONDA ENTRA EN SU RECTA FINAL

El tunel sobre nuestra barriada y el viaducto sobre el Guadalhorce avanzan a buen ritmo

La Segunda Ronda entra en su recta final. La carretera que permitirá solucionar el histórico colapso de circulación en los accesos a la capital y la Costa del Sol, de 21,3 kilómetros, avanza a buen ritmo, con miras a su apertura al tráfico el año próximo. Un hito que -aunque nadie quiere da una fecha aproximada- se producirá previsiblemente en el segundo semestre. Así lo atestiguan las dos principales estructuras que jalonan el recorrido, el túnel en termino de nuestra barriada y el viaducto sobre el río Guadalhorce; pero también el hecho de que el tramo final, el que va desde Puerto de la Torre a La Virreina, ya está prácticamente listo para abrir.

Una visita a las obras da como primera conclusión que Málaga contará a corto plazo con una potente circunvalación de cuatro carriles por sentido en la mayor parte de su recorrido, que permitirá conectar el enlace de La Virreina con el acceso a la AP-7(junto al Palacio de Congresos de Torremolinos) en apenas quince minutos y sin riesgo de retenciones.

El paso subterráneo bajo la sierra churrianera ya se puede recorrer de extremo a extremo (1.250 metros). Consta de un doble tubo con cuatro carriles por cada sentido, donde en estos momentos se están impermeabilizando los muros, y comienza a rodar el carro de revestimiento, como un tren gigante equipado con un encofrado que cubre el túnel de hormigón. Un segundo carro pasará tras el primero para montar el falso techo que albergará las instalaciones de ventilación y aire. No sólo serán los túneles más anchos de España, también los más seguros, equipados con apartaderos de seguridad y los sistemas más avanzados de videovigilancia, depuración de aire, drenaje de agua, evacuación en caso de accidente -con galerías de escape presurizadas (para evitar la entrada de humo) cada 90 metros- así como tres redes de tuberías para bomberos; tres tipos de alumbrado, con su propio centro de transformación y dos líneas eléctricas, por si una de ellas falla.

A su vez, el puente que cruzará el río Guadalhorce, de casi 800 metros, prosigue su camino en busca de la otra orilla. Una vez superados los problemas de inestabilidad de los terrenos, ya están en pie la mitad de los nueve vanos, creados con módulos de hormigón prefabricados, en forma de 'V'. Las pilas van con la línea del agua para ofrecer la menor resistencia posible ante una avenida. El tablero se hará de corrido con un encofrado especial que avanza como un tren sobre el puente.

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