CHURRIANA EN LA PRENSA:PARQUE TEMATICO DE ARRAIJANAL

Quizás a estas alturas ya sólo quepa plantearse Arraijanal como un Parque Temático de la Deslealtad Institucional. Si definitivamente eso va a ser un show de trileros sin interrupción, un insólito circo político bajo la consigna del más difícil todavía, al menos puede servir como diversión colectiva. No se trata de competir con el Tívoli o los grandes parques de atracciones, sino de tomarse las broncas de la Junta y el Ayuntamiento con ironía para liberarse del hastío desencantado de años y años de polémicas estériles en uno de tantos conflictos prolongados estúpidamente con amagos constantemente inútiles que no conducen a nada, desde luego no al consenso. Sólo hace falta no pensar en los prejuicios morales por tantos años y oportunidades perdidas, no pensar en el estupor de los legítimos propietarios que han invertido mucho en un campo de batallas partidarias, no pensar en la claudicación devastadora del servicio público en las instituciones, y entonces sí que será posible acabar pasándolo en grande con el mamoneo de Arraijanal. Ahora la Junta propone un parque litoral espléndido que en ningún caso está dispuesta a pagar (admitirán que es una cachondada de primera) y el Ayuntamiento considera que es una gran idea pero con la que se propone no colaborar en lo más mínimo (otros siempre a la altura). Estas broncas, si bien se mira, constituyen ya uno de los pasatiempos más tradicionales de Málaga.

Arraijanal figura en la agenda de la ciudad desde hace cuatro décadas, tres casi a pleno pulmón, veinte años en primera línea. Leyendo los últimos titulares se hace evidente que aún quedan años y años de cenagoso empantanamiento. Durante algún tiempo, la ciudadanía pudo tener expectativas de una marina necesaria, y quizá después la ilusión de un parque también necesario, pero a estas alturas lo que se puede esperar es nada en ese refugio de camellos y chaperos. O sólo este espectáculo ante el que hay dos opciones: o la indignación cívica o, por higiene mental, mirar todo esto como un circo.

Teodoro Leon Gross
Fuente:
Diario Sur, 22 de Julio de 2.009