El edificio, el triple de grande que el actual, afrontará tres meses de pruebas con cargas de equipaje y usos operativos antes de que Aena comience en septiembre los primeros ensayos con figurantes y señalética. El nivel de ejecución de las obras del inmueble es de un 85%
La nueva terminal de pasajeros del Aeropuerto es una de las tres ´estrellas´ del Plan Málaga, concebido para modernizar las instalaciones del recinto y ampliar su capacidad anual hasta los 9.000 pasajeros por hora, justo el doble que en la actualidad. Las obras están ya al 85% de ejecución y son visibles incluso desde fuera del aeródromo, ya que los técnicos tienen muy avanzada la colocación de la cubierta, formada por 117 pequeñas cúpulas piramidales. La obra civil acabará en unos seis meses y entonces dará comienzo la fase final de pruebas, que se prolongará por espacio de otros seis, divididos en dos plazos de tres cada una.
Toda esta planificación responde a la necesidad de cumplir el plazo establecido en el Plan Málaga para que la nueva terminal empiece a prestar servicio a finales del año 2009, que está a punto de empezar, o inicios de 2010. En ese momento, el Aeropuerto pasará a tener 48 puertas de embarque -ahora tiene 24- y habilitará hasta 86 mostradores de facturación, una cifra más acorde con la categoría internacional del recinto y con su papel de aeródromo más importante del sur de España.
El director del Plan Málaga, Ramón de Bustos, manifestó que las estructuras anejas a la nueva terminal ya están prácticamente terminadas. Son el aparcamiento, que está concluido, y los viales de acceso y el túnel que recorre su extremo oriental -que servirá de recorrido interno y unión entre los nuevos accesos norte y sur al Aeropuerto-, cuyo nivel de ejecución es "prácticamente" del 100%. Aún resta una pequeña actuación que cerrará el nudo de ramales necesario para garantizar todos los movimientos de los vehículos.
Cuando en junio se dé por acabada la obra civil, el propio Plan Málaga llevará a cabo unas pruebas de carga de equipaje y usos operativos durante tres meses. De Bustos asegura que ya se llevan a cabo algunas de ellas, aunque serán más concienzudas cuando la estructura esté del todo terminada. Después, en el mes de septiembre, se hará entrega del proyecto a un grupo denominado ´dirección de transición´, integrado por técnicos de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena), que se encargará de probar los accesos y la señalética ya con figurantes humanos. Es decir, se habilitará la instalación como si estuviera en servicio para comprobar sobre el terreno su capacidad de gestión de viajeros. Estas comprobaciones son de vital importancia en todos los nuevos aeródromos, porque son las que determinan si una terminal funciona o no. En ocasiones, se han dado casos -fuera de España- en los que no ha sido posible hacer el traslado a un nuevo edificio por estar mal planteado y ha sido necesario volver a las obras, con la consiguiente pérdida de tiempo y dinero.
La pista. A la inversión de 300 millones de euros necesaria para levantar el nuevo edificio terminal de pasajeros se unen los 289 que se invierten en la segunda pista, que será la infraestructura que realmente dé la medida exacta de la capacidad futura del Aeropuerto. Cuando esté operativa, a finales de 2010 ó principios de 2011, permitirá atender hasta 72 vuelos en una hora -más de uno por minuto-, lo que equivale a unos 35 millones de pasajeros cada año. Actualmente gestiona unos 13,5 millones de viajeros.
Las obras de la segunda pista comenzaron a final de agosto de 2007 y está a un 35% de ejecución, según los datos aportados por el director del Plan Málaga. Ya se ha completado un 75% del desbroce y un 77% del drenaje del terreno, próximo al cauce del río Guadalhorce. Además, la precarga del suelo está a un 25% y las máquinas han movido una quinta parte de los varios millones de metros cúbicos de arena necesarios para completar la actuación. Junto con estas obras se lleva a cabo también el soterramiento de la línea de tren por debajo del río y de la propia segunda pista para que llegue a la estación intermodal que estará en la nueva terminal, a la que además arribará el AVE en un futuro, dentro de un proyecto aparte.
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