La definición de biznaga ha cambiado en cuestión de días.
Además de la bella flor de flores malagueña, a partir de este momento también recibirá este nombre el gigantesco topo que permitirá la llegada soterrada del tren de Cercanías hasta la nueva terminal del aeropuerto.
Su visión es impactante: como mirar de frente a un taladro, cuya cabeza tuviera una anchura de nueve metros.
Una vez ensamblado y puesto en circulación -subterránea- tardará unos seis meses en perforar los dos kilómetros que separan el polígono guadalhorce y el aeródromo.
Tal recorrido comenzará previsiblemente el próximo 1 de noviembre, según informó el director del Plan Málaga (de ampliación y mejora de las instalaciones aeroportuarias), Ramón de Bustos.
Para ello, deberá cruzar parte del recinto empresarial, el río Guadalhorce y la segunda pista de aterrizaje y despegue, a una profundidad de entre 20 y 25 metros.
El ritmo será especialmente intenso: unos cien técnicos y obreros trabajarán las 24 horas, de lunes a domingo.
El objetivo es que el tren pueda circular por este itinerario en febrero del año 2010.
Ello permitirá eliminar el actual recorrido del ferrocarril en superficie, que estorba al desarrollo de las obras del campo de vuelos.
Se construirá un túnel con doble vía (ahora tiene solamente una) lo que también supondrá ampliar la capacidad y la frecuencia de servicios.
Otra ventaja es el cambio de ubicación de la estación, que pasará a estar junto a la terminal en construcción, con conexión directa subterránea; frente a la actual, situada en el extremo sur del edificio y con un acceso más incómodo.
El túnel tendrá una extensión total de cuatro kilómetros.
Partirá desde la actual estación de Los Prados, cruzará el polígono, el río y la pista hasta la estación de la terminal, para volver a la superficie finalmente un kilómetro después, en San Julián.
La tuneladora, que procede de los trabajos del metro de Madrid, se encargará de ejecutar los dos kilómetros centrales.
Las empresas Acciona y Sando están a cargo del proyecto, del que De Bustos recalcó que es el más apropiado para las circunstancias, ya que permitirá mantener activo el servicio de cercanías.
Dadas las dimensiones del paso subterráneo, y como medida de seguridad, a la altura de la segunda pista tendrá una salida de emergencia hacia la superficie para los usuarios.
La puesta en servicio de la tuneladora en el Guadalhorce supondrá también el primer ensayo de este método constructivo en la capital, que se ha estudiado como alternativa para acometer las obras del metro a su paso por la Alameda Principal y el Parque.
Las obras de ampliación del aeropuerto continúan.
El Ministerio de Fomento licitó ayer el sistema de seguridad y la señalización del edificio terminal por una cuantía de ocho millones de euros.
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