El vuelo de Barcelona a Lanzarote llegó en la tarde de ayer a la isla en un vuelo que todos los ocupantes aceptaron retomar y consideraron "de lo más normal"
Los pasajeros del avión de Spanair que aterrizó de urgencia en Málaga cuando iba de Barcelona a Lanzarote el pasado domingo arribaron finalmente ayer Lunes a la isla en un vuelo que todos aceptaron retomar y consideraron "de lo más normal", hasta llegar a dudar si hizo falta interrumpir su viaje.
"Llegamos a dudar de que la avería a la que se aludió para aterrizar fuera tal y de que la causa real fuera un exceso de precaución de la tripulación tras el suceso del otro día y, aunque son meras sospechas, ya que no tenemos prueba alguna de ello, fuimos muchos quienes lo comentamos", declaró uno de los pasajeros, Ángel Sanz, tras arribar a Lanzarote pasadas las tres de la tarde.
Contrariado por "haber perdido casi dos días de vacaciones" a consecuencia del incidente, un perjuicio por el que, como casi todos los viajeros del avión, ha presentado la correspondiente reclamación a la compañía aérea Spanair en Málaga, este pasajero recalcó que, salvo por el aterrizaje de emergencia y el consiguiente retraso, su percepción del vuelo fue "normal, bien".
Así, al ser preguntado por si pudo percibir desde su asiento alguna señal que apuntara a la existencia de problemas técnicos, respondió tajante: "absolutamente nada, fue un viaje de lo más normal".
Subrayó además que, una vez retomado el vuelo, después de haber soportado la demora de más de un día en su llegada a Lanzarote, el trato fue especialmente bueno.
"Estaba muy atento todo el personal, todo el mundo, y viajamos en un avión nuevo, ya que lo cambiaron y no tuvimos que terminar el trayecto en el mismo que antes", declaró al respecto.
Por todo ello, aseguró que tanto él como el resto de los pasajeros del vuelo, ninguno de los cuales se negó a proseguir viaje pese a lo vivido en Málaga, subieron al avión sin problema alguno.
Ello a pesar de que, según matizó, "el domingo sí que se notaba a algunos especialmente sensibles o atemorizados a la hora de partir de Barcelona, al tener cercano el recuerdo de la catástrofe del otro día en Barajas".
Una sensibilidad que el viajero dijo que también coincidieron varios pasajeros en opinar que se apreciaba en parte de los tripulantes del avión, y que más de uno pensó que pudo determinar que se decidiera el aterrizaje en Málaga, cuando tal vez no habría sido necesario.
Agregó que, en todo caso, todos los pasajeros se mostraron hoy aliviados y satisfechos, una vez logrado su objetivo de aterrizar en Lanzarote, si bien ahora "esperarán noticias de Spanair", con la esperanza de que les compensen por los perjuicios ocasionados.
Fuentes de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea confirmaron que el aterrizaje del referido vuelo de Spanair se produjo en Lanzarote pasadas las tres de la tarde, y que menos de una hora después el avión volvió a partir sin problema alguno en un nuevo vuelo rumbo a la Península.
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