"Sólo al escuchar su nombre ya sabía que iba a ser un espectáculo... Pero me quedé decepcionado. Todo, la organización fue lamentable... El concierto llevaba media hora empezado y todavía había gente entrando".Es uno de los comentarios de los muchos asistentes al Festival Freedom 2008, celebrado el pasado viernes tal y como informó lahiguereta.blogspot.com, con una multitud expectante ante la actuación de Mónica Naranjo.
Pero la organización del festival asegura que la madrugada terminó satisfactoriamente y que "se quiere hacer una montaña de una mota de polvo", en palabras de Ramón Triviño, responsable de comunicación de la cita.
Todo comenzó cuando el mánager de Mónica Naranjo se dirigió al público que aguardaba la actuación para asegurarles que la preparación del concierto había estado llena de problemas, que llevaron el recital al borde de la suspensión.
Al parecer, un fallo en el andamiaje de los focos retrasó la autorización del perito de la organización para que comenzase el evento.
¿Consecuencia? Se retrasó el inicio del concierto, con el consiguiente enfado de algunos de los presentes, así como del propio representante de la diva.
Sin embargo, sólo 18 personas presentaron una hoja de reclamaciones por perderse la primera canción del concierto, informaron ayer desde Freedom.
"Lo que hizo el mánager de Mónica Naranjo no fue profesional porque es hacer partícipe al público de un problema que tenemos que solucionar nosotros", asegura Triviño, quien resalta la eficacia del dispositivo especial de seguridad y de tráfico y el ambiente pacífico que reinó tanto en la actuación de la Naranjo como en la fiesta de música house posterior.
"Yo estuve allí desde las 6 de la tarde y no hubo problemas", afirma el responsable de Freedom.
Además, parece ser que todos los representantes institucionales presentes y las delegaciones de periodistas extranjeros (alemanes, por ejemplo) quedaron satisfechos.
Hasta el equipo de Mónica Naranjo se acabó disculpando por el comportamiento del mánager.
Sin embargo, Freedom tiene una cosa clara: no volverá a organizar ningún concierto en las playas de nuestra barriada: "El acceso a La Cizaña es complicado y hacer un concierto así en la costa es caro y muy difícil porque hay que poner desde el agua de los camerinos hasta la estructura en la que se va a desarrollar todo", apunta Triviño.
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