sábado, 19 de abril de 2008

LA PINTURA REBOSA LA MALLA METALICA DE BRINKMMAN EN SU NUEVA EXPOSICION EN GACMA



El cambio se adivinaba en un par de cuadros de la retrospectiva que le dedicó el Museo del Patrimonio hace un año.
En la parte final del recorrido había unas mallas metálicas en la que la pintura no se había colocado encima, sino que surgía desde la parte trasera de la tela de acero.

El óleo parecía peinado por el frío tejido, cuadriculado hasta rebosar sobre un soporte en apariencia tan frágil.

Él vio de inmediato un nuevo camino por recorrer.

Y se puso a trabajar.

El resultado puede verse en la galería Gacma de la capital.

Ahí se exhibe la obra reciente de Enrique Brinkmann (Málaga, 1938), residente en el Cortijo de "La Noria" y que ha dado una nueva vuelta de tuerca a su técnica más conocida: «Jugando con el espacio entre la malla y la pared pensé en la posibilidad de pintar por detrás... Fue como cuando a Newton le cayó la manzana, me llevé una gran sorpresa porque la masa de color a través de la malla ofrece una textura del color muy novedosa».

La evolución en la pintura de Brinkmann se aprecia de manera evidente en un montaje que viaja desde esas mallas metálicas casi transparentes, en las que la pintura parece flotar en el espacio, hasta los últimos cuadros abigarrados, donde el óleo invade todo el espacio.

'Límite en el horizonte' (2006) puede marcar el comienzo de este tránsito, donde el giro crucial se adivina en las piezas que componen la serie 'Próximos tiempos acuáticos' (2007).

Ahí ya se aprecia la nueva manera de pintar que Brinkmann ha cultivado durante este año y que alcanza su máxima expresión en obras como 'Siete burbujas negras' (2008), 'Dos burbujas blancas' (2008), o 'Espacio sólido' (2008), donde el blanco y el negro van compartiendo protagonismo en la paleta del artista malagueño.

La muestra ofrece además una buena representación de los últimos trabajos de Brinkmann sobre papel.

Once creaciones entre las que cabe citar 'Tres registros' y 'Secuencias de vida y plomo' (ambas fechadas en 2006) o las técnicas mixtas y collage de 'Dos tablas y tres observadores' o 'Errónea tabla cuántica', también datadas hace dos años.

Entre unas y otras, Gacma ha reunido 31 obras de Brinkmann.

Con esta selección, la sala ofrece un montaje que quiere mostrar «la evolución siempre continua y coherente» del pintor, en palabras del codirector de la galería, Cecilio Rodríguez.

En esa búsqueda permanente, Brinkmann le da vueltas a la posibilidad de trabajar, por ejemplo, sobre un soporte luminoso. «Sería una serigrafía o algo parecido...», rumiaba ayer, con la cabeza ya puesta en nuevas experiencias.

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