Producto de un vertiginoso recorte de un ciclo económico expansivo, de una reducción en los sistemas de ayudas tanto públicas como privadas, al cambio de los perfiles demográficos, y a las transformaciones en el mercado financiero, se ha generado un difícil contexto económico y financiero que preocupa a los países y economías desarrolladas y emergentes, al reconocer que la falta de competencia financiera de la población ha sido uno de los factores que han incidido en decisiones económicas mal fundadas a nivel global.
El Programa
Internacional para la Evaluación de Estudiantes de los alumnos de la OCDE
(PISA), por primera vez incluyó una evaluación sobre las competencias
financieras en el año 2012. En este caso, el rendimiento educativo de España
permanece por debajo de la media de la OCDE que se sitúa en 500 puntos,
mientras que nosotros nos ubicamos 16 puntos por debajo de esta media.
Realización de
transacciones económicas, empleo de tarjetas y cuentas bancarias, uso de
cheques y divisas son, entre otros, los conocimientos y habilidades evaluados y
medidos por PISA 2012.
¿Adquieren nuestros
jóvenes en las escuelas e institutos conocimientos y habilidades financieras
para su vida adulta? Insufientemente, recordar que en este curso académico
2013/14 ha sido de aplicación la Ley Orgánica de Educación 2/2006 y, las
enseñanzas mínimas establecidas para las diferentes etapas educativas a través
de Reales Decretos, así, realizando una lectura de los mismos, comprobamos la
inexistencia a nivel curricular de trabajo específico alguno acerca de
conceptos financieros en la educación primaria, etapa donde se podría realizar
una primera aproximación.
A lo expuesto, se le une
que en la etapa de educación secundaria se recogen y trabajan temas económicos
en áreas como Matemáticas, Ciencias Sociales, Geografía e Historia y
Ciudadanía. Sin embargo, exclusivamente a partir de 3º de la ESO en las áreas
de Ciencias Sociales, Geografía e Historia y Ciudadanía, y en matemáticas a
partir de 4º de la ESO, fundamentalmente en la opción A.
Cabe significar, a la
postre, que el trabajo específico e intencional para el desarrollo de
conocimientos y habilidades financieras es cuanto menos mejorable. Así, en el
informe PISA 2012 sobre competencia financiera, se realiza un estudio de la
disposición de la educación financiera en el currículo y su aprendizaje en el
aula en los países participantes. En España nos encontramos con un trabajo de
esta competencia de carácter transversal, situándonos a la cola de los países
objeto de estudio de una muestra de 18 países.
Si el motor de una
sociedad es la educación, si la razón de ser de la educación es el educando, si
el aprendizaje en la escuela se dirige a formar personas autónomas que
desarrollen su talento, es necesario que el legislador haga acopio de las
necesidades sociales y, en este caso, económicas de un país y ordene la norma
en tal sentido.
Con la implantación de
la LOMCE (Ley Orgánica de la Mejora de la Calidad Educativa, 8/2013), se intenta
paliar este déficit formativo en habilidades y conocimientos económicos
financieros, así, se introduce en el currículo de primaria en el área de Ciencias Sociales el trabajo
de “educación financiera elemental” a
través de los contenidos del Bloque tercero (los contenidos de cada materia se
organizan en bloques de contenidos, correspondiendo a Ciencias Sociales cuatro
bloques).
En Secundaria aparecen
nuevas materias entre las que nos encontramos economía y la iniciación a la actividad emprendedora y
empresarial, al parecer, con el objetivo de realizar un trabajo más específico
en esta educación financiera. Sin embargo interesa matizar que la materia de
economía solo se ofertará en 4º de la ESO en la opción de enseñanzas académicas
dentro de las materias de opción que conforman el bloque de materias troncales,
por lo cual el alumno podrá decidir si opta por cursarla, y además su oferta
estará supeditada a cada Administración educativa y, en su caso, a la oferta de
cada centro docente. En cuanto a la materia de iniciación a la actividad
emprendedora y empresarial, en 4º de la ESO le ocurre igual que a economía,
siendo una materia de opción del bloque de troncales, aunque el legislador le
otorga, a ésta última, un peso mayor al incluirla dentro del bloque de materias
específicas que ofertarán los centros docentes y las Administraciones
educativas, en su caso, en los cursos de 1º a 3º de la ESO.
Es evidente, que la
nueva Ley educativa no responde a esta necesidad social de mejora de
conocimientos y habilidades financieras, otorgando un carácter opcional a estas
materias. ¿Es necesario formar específicamente a los alumnos en materia
financiera para que desarrollen competencias y habilidades que les permitan ser
autónomos?
El País con mejores
resultados en competencia financiera Sanghái-China con 603 de puntuación media
se halla 119 puntos por encima de España. Los jóvenes de Shangái-China obtienen
el máximo rendimiento y mayor dominio de conocimientos financieros que
cualquier otro país, aunque en su currículo no se contempla un trabajo
específico a través de una materia.
Reforzar la comprensión
conceptual y habilidades de nuestros alumnos en áreas claves como las
matemáticas, capacitará a nuestros discentes a aplicar dicho entendimiento en
diferentes contextos, donde se incluyen los económicos financieros. Parece
obvio que cuando la norma nos dice que se trabaje la resolución de problemas en
contextos cotidianos, podría referirse, entre otros, a presentar tareas donde
el alumno lea, comprenda y trabaje por ejemplo con una factura o una nómina,
obvio. Sin embargo no se hace, igual de evidente que sería su trabajo en el
aula, podría o debiera ser que el competente, legisle al efecto y, como
consecuencia, se forme al profesorado para el trabajo y desarrollo de estas
habilidades.
La mejora de la
comprensión de conceptos económicos financieros permitirá adoptar mejores
decisiones a nivel personal, lo cual incidiría directamente a nivel social y,
por ende, al progreso económico de nuestro país.
Juan Antonio Conejo Sobrino
Inspector de Educación
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