La escuela de hostelería con más solera de la provincia y en
la que se han formado unos 750 profesionales de la alta cocina tiene fecha de
cierre por falta de liquidez: el 8 de julio deja de funcionar el restaurante de
La Cónsula. La razón es la deuda de unos 600.000 euros de subvenciones que la
Junta de Andalucía tiene con el centro. Estos impagos son la causa de que sus
25 trabajadores no cobren desde el mes de marzo y que no se pueda pagar a
proveedores para comprar género con el que cocinar.
Alumnos y empleados habían decidido que el cierre se hiciera
efectivo a partir del próximo lunes 1 de julio, pero según aseguró el director
de la escuela, Miguel Ferrer, a última hora de la tarde de ayer la decisión se
pospuso una semana más a la espera de gestiones ante la Administración
autonómica durante los próximos días que, in extremis, eviten el cierre.
"Confío plenamente en que se logrará, pero la situación es crítica y no
creo que aguantemos más de eso. Esperemos que llegue el dinero", comentó
Ferrer. En la actualidad, en las instalaciones se forman 88 cocineros. El director
aclaró que en todo caso, si los fondos no llegan la próxima semana, se cerraría
el restaurante al público y por lo tanto dejarían de darse las clases
prácticas. "Pero la formación teórica en ningún caso se vería
afectada", aclaró.
Pero los alumnos se mostraron mucho más inquietos por la
incertidumbre que se cierne sobre su futuro. "Debido al problema de
liquidez, tanto la Consejería de Empleo [que tenía las competencias hasta el 3
de abril pasado] como la de Educación [que las asumió a partir de entonces],
están poniendo en riesgo nuestro futuro laboral, además de propiciar una
situación caótica al no disponer de lo necesario para seguir con nuestra
formación, afectándonos no sólo a nosotros sino también al servicio con los
clientes, al profesorado y a todas las personas que forman parte de la
escuela", indicaron a través de un comunicado en el que exigieron que se
tomen las medidas necesarias "para revertir la situación".
En declaraciones a Europa Press, un alumno que es delegado
de curso, Javier Mahedero, apuntó: "Llevamos ya cinco meses así y lo que
ahora nos dicen nos parece una cantinela. Nadie nos da una solución
creíble". Para este representante del alumnado, la situación es
"desesperada".
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