domingo, 17 de mayo de 2009

SAN NICOLAS VOLVERA A VENERARSE EN CHURRIANA




San Nicolás volverá a venerarse en Churriana.

Muchos lectores, podrán preguntarse cuando en nuestra barriada ha existido un ejemplo iconográfico de este santo.

Pues lo hubo.

En la anterior parroquia, derruida en la década de los 60 para la construcción de la actual, existía una talla de esta imagen que abandonó la Iglesia por la obra que tenía que realizarse.

Cuatro décadas más tarde, San Nicolás va a volver a casa.

Ese es el deseo de la familia González Salazar que ha custodiado la imagen en este tiempo y que ya ha puesto en manos de la artista local, Susana Heredia, las obras de retoque al santo que presentaba debido a la antigüedad de la talla.

Mientras, la autoridad parroquial, encarnada en el cura párroco, D.Francisco Ruiz Salinas, ha dado su placet a la operación de retorno.

Biografía de San Nicolás

Nicolás de Myra (como se le denomina en oriente) o Nicolás de Bari (como se le denomina en occidente) fue un obispo que vivió en el siglo IV. Más de dos mil templos están dedicados a él en todo el mundo.

Nació en Patara, en la región de Licia (actualmente dentro del territorio de Turquía) en una familia adinerada y desde niño se destacó por su carácter piadoso y generoso. Sus padres, fervorosos cristianos, lo educaron en la fe. Después de la muerte de sus padres Nicolás heredó una gran fortuna que puso al servicio de los necesitados, según la hagiografía escrita por San Metodio, arzobispo de Constantinopla.

Al morir sus padres repartió toda su fortuna entre los pobres y se fue a vivir a Mira (Anatolia, actualmente Turquía), donde sería consagrado obispo de una forma muy curiosa. Dice la leyenda que varios sacerdotes y obispos se encontraban discutiendo sobre quién sería el futuro obispo, pues el anterior había fallecido. Al no ponerse de acuerdo se decidió que fuera el próximo sacerdote que entrase en el templo que casualmente fue Nicolás de Bari.

Fue preso por un decreto del emperador Licinio contra los cristianos por el que fue encarcelado y su barba quemada, siendo liberado por el emperador Constantino.

Participó en el Concilio de Nicea, condenando las herejías de Arrio, quien se negaba a admitir el dogma de la divinidad de Cristo. Para combatir los errores, utilizaba una dulzura exquisita, logrando grandes y sinceras conversiones, a pesar de su discreto talento especulativo y orador que tanto gusta a los orientales. Sin embargo, cuando se trataba de proteger a los más débiles de los poderosos, San Nicolás, a pesar de su avanzada edad, apartaba respetos humanos y actúo con gran arrojo y vigor.

Murió el 6 de diciembre del año 345 en Myra, mas sus restos descansan en la ciudad portuaria italiana de Bari pues allí fueron a dar después que fueron retirados de Turquía tras la invasión musulmana. Tras su muerte se convirtió en el primer santo, no mártir, en gozar de una especial devoción en el Oriente y Occidente. Multitud de relatos milagrosos aparecieron sobre él, desfigurando, a veces, su inminente carácter práctico y sencillo.

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