En Guadalmar es casi imposible pasear por una acera durante más de 50 metros sin tener que bajarse a la calzada para esquivar alguna señal de tráfico, farola, árbol, ramas, cabina de teléfono...
Eso es lo que denuncian sus vecinos.
Y es que la mayoría de estos elementos simplemente están mal colocados, ya que las aceras son anchas, pero si se pone el obstáculo en el centro, no se puede pasar por ninguna parte.
Por eso, pasear con un carrito de bebé o con una silla de minusválido por esta zona es imposible, pese a que hay que recordar que en la barriada hay dos residencias de mayores.
Los vecinos piensan en las personas que fueron las responsables de poner determinadas señales, árboles o farolas, ya que parece que no se dieron cuenta de que estos elementos cortaban el paso a los peatones.
Asimismo, creen que por Guadalmar no pasa nadie de mantenimiento o del distrito que vea esta deficiencia. Y eso sin olvidar que hay muchas casas que dejan que las ramas de las plantas y árboles de sus patios invadan la acera y corten el poco paso que queda sin que nadie les obligue a podarlos.
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