martes, 3 de febrero de 2009

EL TORNADO DEL PASADO DOMINGO CAUSA DAÑOS EN UN MILLAR DE VIVIENDAS, VEHICULOS Y NAVES



El tornado entró desde el mar por Guadalmar y despareció en el Perchel

Una valla que descansaba en el asfalto de la calle Reboul apareció en la terraza de un edificio de doce plantas. El tornado elevó la señal, como si de una brizna de paja se tratara, a más de 36 metros de altura. El viento levantó el tejado de una bolera de la avenida Juan XXIII y lo arrastró más de 200 metros por el aire antes de hacerlo añicos y desparramarlo por los coches y casas que encontró a su paso. Ni siquiera las profundas raíces de árboles con más de dos metros de diámetro resistieron la fuerza del torbellino que el domingo por la noche sembró el caos en la capital.

Ayer, Málaga amaneció sobrecogida por los estragos causados por el tornado. Los balances de daños, aún provisionales, indican que habría un más de un millar de viviendas, naves y vehículos afectados por el viento, además de un centenar de árboles. De hecho, sólo en el día de ayer, mil damnificados acudieron a las oficinas de reclamación de daños creadas por el Ayuntamiento para informarse de los trámites a seguir. De ellos, la mitad ya han formulado sus solicitudes.

El reguero de desperfectos permite visualizar con claridad el paso del tornado por la ciudad. Se cebó con la zona Oeste.

El torbellino, que alcanzó rachas de entre 117 y 180 kilómetros por hora, y que apenas duró unos minutos, arrasó todo lo que se puso en su camino. A su paso por la avenida de Europa, reventó la techumbre de un aparcamiento, que cayó sin remedio sobre los más cien coches estacionados en su interior. En la calle Bodegueros, por ejemplo, levantó todas las cubiertas de las naves a medida que iba avanzando. Algunos muros de almacenes y colegios -como en el IES Ben Gabirol- cayeron destrozados por la presión del viento. Otros seis centros educativos sufrieron daños y dos de ellos -el Hans Christian Andersen y el San Rafael- tuvieron incluso que suspender las clases.

Para evaluar el alcance de la catástrofe, peritos del Consorcio de Compensación de Seguros -órgano dependiente del Gobierno que tramita las indemnizaciones por catástrofes meteorológicas para los clientes de seguros- recorrieron ayer las zonas devastadas. A falta del informe pericial, el Consorcio calcula entre 700 y 800 el número de damnificados asegurados. De ellos, se estima que al menos 400 serían titulares de vehículos, más de 250 de viviendas y medio centenar, dueños de naves o comercios.

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, declaró que las personas que no tengan seguro -fuera de la cobertura del Consorcio- recibirán ayudas por parte de Protección Civil. En el mismo sentido se pronunció la Subdelegación del Gobierno, que anunció subvenciones para los afectados que no tengan póliza o que ésta no les cubra la totalidad de los bienes, según el representante del Ejecutivo en Málaga, Hilario López Luna.

Víctimas

El tornado dejó tras de sí 25 heridos leves, la mayor parte con cortes y contusiones producidos por cristales y objetos. De ellos, trece fueron atendidos en el Hospital Carlos Haya y ocho, en el Clínico. Anoche sólo quedaba hospitalizado un paciente, un hombre de 62 años que sufrió una herida inciso-contusa. El resto había recibido el alta.

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